A CAPELLA Por MAURICIO HERNÁNDEZ OLAIZ - Linea de Contraste

A CAPELLA Por MAURICIO HERNÁNDEZ OLAIZ

Enseñanza

Notoria es la campaña adelantada que llevan a cabo todos los que aspiran por un cargo público para el año entrante. Las redes sociales se encuentran colmadas de información irrelevante, desde pensamientos cursis hasta como se echan tortillas en la población más distante de nuestra geografía estatal.
Espectaculares, videos, volantes, notas en la prensa con avances de obras públicas, en fin, toda una gama de intereses personales presentes con promesas banas y feas por repetidas. No hay distingos, igual azules, que amarillos, rojos, tricolores morenos o güeros, se enfrascan en la lucha por sobresalir en tiempos no electorales.
Pero esta actividad de todos y cada uno de los aspirantes, nos deja una enorme enseñanza. Finalmente hay aspirantes para presidencias municipales, de comunidad, diputados locales o federales y por supuesto, la joya de la corona, el gobierno del estado de Tlaxcala.
No me dejará mentir, buscan un cargo en alguno de los dos poderes, por ende, servidores públicos, cobraran del erario, por ende, deben ser los responsables de hacer y respetar la ley. Sin embargo con sus grotescos adelantos proselitistas todos y cada uno de ellos nos enseña, que quebrantar la ley es válido cunado se persigue un fin.
La ley electoral en materia de tiempos de campaña ya es letra muerta, el mal ejemplo lo comenzó a poner el personaje que hoy nos gobierna. Las campañas adelantadas cada vez son mas evidentes, y López Obrador estuvo en una campaña abierta y sin tapujos por 18 años sin que nadie le hiciera nada.
Hoy es cosa común, incluso obligada, pues no se puede dejar al adversario posicionarse demasiado ante la población. Los responsables de cuidar que no se quebranten descaradamente los tiempos electorales y de hacer campaña, son entes ociosos, que prefieren hacer como que no pasa nada. El encontrar el más mínimo recoveco que me permita violar la legislación vigente será utilizado, incluso ya por encima de lo evidente.
Los que serán próximo gobierno nos enseña que el respeto a la ley es mera simulación y depende de los intereses para saber si se ejerce o no. Mal ejemplo dan todos los que aspiran al decirnos, yo hoy quebranto la ley, pues te quiero gobernar. Pero eso no les hace la mayor mella, ni siquiera pasa por su cabeza el considerar que al infligir tan abierta y descaradamente un proceso electoral en sus tiempos, formas y modos, nos obliga a pensar que eso mismo harán con todo lo demás, la mejor muestra reside en palacio nacional, su inquilino hace con la ley lo que se le antoja, la mueve, compone, abroga, deroga o sencillamente la aniquila dependiendo su interés. No extraña entonces que haya mandado al diablo a las instituciones.
Y López Obrador comenzó tan solo quebrantando la ley y los tiempos electorales, el resto vino por si solo. Lo lógico, lo decente, sería terminar con la disposición de los tiempo electorales, borrarlo de golpe de las leyes electorales, no sirve de nada, nadie la respeta y solo nos enseña que la ley solo sirve para imponer un tufo legalista que cada vez apesta más.
Urge una reforma electoral de fondo, pero cuando los que deben llevarla a cabo son los mismos que la quebrantan, vaya enseñanza.
@olaizmau