A CAPELLA Por MAURICIO HERNÁNDEZ OLAIZ

C’est fini
Concluyeron las campañas que prometieron ser diferentes, creativas, propositivas y muy responsables. La realidad es que fueron iguales a las de siempre, ni el Covid 19 detuvo las ansias de poder y de prometer a manos llenas. Los saludos, abrazos estuvieron presentes y los casos de Covid también, pero todos los equipos cuidaron muy bien que no se supiera la magnitud de los contagios al interior de sus cuarteles, finalmente el Voto si pudo más que la vida.
Y es que el voto sigue siendo el tesoro más preciado. Significa el control, el dinero, pero sobre todo, el poder. Bien valen algunos caídos en su búsqueda.
A unos días de la gran jornada electoral en Tlaxcala solo dos contendientes se ven realmente en la lucha, tan que ellas mismas lo saben que no dejan de apedrearse, insultarse y hasta ningunearse. La guerra de encuestas y la descalificación de las mismas, las acusaciones y los señalamientos entre las dos mafias del poder solo evidencian lo muy pobre de sus argumentos y de cómo unos y otros han sido incapaces de darle rumbo a la nación, pero por alguna extraña razón se siguen disputando el poder.
Bueno,n i tan extraña, la razón es simple, también como electores dejamos mucho que desear, es la verdad.
A solo 4 días de presentarnos frente a las urnas todavía un gran sector de la población no conoce, ni le interesa demasiado, saber quiénes se disputan los distintos puestos de elección popular. En el caso de la gubernatura la mayoría solo acierta a reconocer a las abanderadas de las dos grandes coaliciones, por ello no extraña que sean las que puntean.
Con lo anterior el trabajo del resto queda, tristemente, a la deriva. Y digo tristemente porque debo de reconocer que las mejores propuestas, proyectos y compromisos, no estuvieron en la cancha de las punteras.
Eréndira Jiménez resultó ser mucha, pero mucha candidata para el movimiento ciudadano. El partido del águila no estuvo ni cerca de estar a la altura de su abanderada y bien pudo invertir mucho más en una mujer de muy serias convicciones y compromiso. Mal haría este partido en dejarla ir luego de la elección, pues sin duda en Eréndira tienen a una política de grandes ligas, un activo poderoso y llamativo para ser protagonista y emblema del partido en el Senado de la república.
Viviana Barbosa fue la candidata sorpresa. Al principio parecía que quería ser la presidenta del club del Tupperware, pero en realidad resultó ser una aspirante legítima, comprometida y con grandes proyectos, nos cerró la bocota a varios. Gran campaña la de la candidata de Fuerza por México, también muy por encima de su partido y su dirigencia. Lástima que al final perdió un poco el rumbo al engancharse demasiado con la traición de Josefina. Pero en términos generales sobresaliente su trabajo y aspiración.
SAGA fue de más a menos. De reconocimiento su aspiración y lucha por hacerse de una candidatura al gobierno. Él y su esposa tomaron el control de las redes sociales progresistas en el estado y les dieron orden y cierta congruencia, trabajaron en unidad y con proyecto. Saga comenzó tirando fuego desde la lomita y conectando varios cuadrangulares, pero luego del quinto episodio, cuando el juego fue legal, se apagó el rey Hue Hue y se ponchó con hombres en base. Cuando era serio contendiente abanicó la brisa y con ello dejó sembradas en las bases su esperanza de ser gobernador. Se queda sin gobierno, sin saco y sin llantas en su camioneta.
Lo de Liliana Becerril quedará para la historia, pero la negra historia de unas elecciones en Tlaxcala. Lo suyo fue de vergüenza, no vale la pena ni dedicarle una línea más.
Evangelina Paredes de mero ornato como se esperaba.
Así pues la disputa es entre Anabell y Lorena. El gobierno de Tlaxcala será para una mujer.
Lorena amparada en sus encuestas asegura que va a arrasar. Anabell con las suyas afirma que va a competir y que puede ganar. Dependerá de que tan bien “aceitadas” estén sus estructuras, dependerá de quién sepa hacer mejor la operación electoral y sobre todo quién sea más eficiente en la movilización. Al final la única y verdadera encuesta es la del día de la elección, dónde todos contamos y no solo unos pocos.
Las propuestas quedan de lado, ahora entra con toda su fuerza el colmillo y la pericia electoral. Lo que sí puedo adelantar es que de ser un final cerrado la elección no se definirá en las urnas sino en los tribunales. Por lo pronto así ya lo ha adelantado la aspirante de Juntos haremos historia.
El mensaje final es el de salga a votar, ejerza su derecho, vote por quién quiera, pero vote. Eso sí, un día antes por lo menos estudie, analice, razone su voto y déselo a quien crea sea la mejor opción para todos y no solo para unos cuántos. C’est fini.
@olaizmau