A CAPELLA Por MAURICIO HERNÁNDEZ OLAIZ
Ansias de poder.
Luego de la victoria de Lorena Cuéllar en las urnas, se ha desatado el interés por conocer quiénes serán las mujeres y hombres que integrarán su gabinete. Esto podría ser hasta cierto punto normal, sin embargo, son muchos los que ya presumen, y se asumen, como los elegidos. Incluso varios de ellos desde antes de siquiera comenzar la carrera electoral.
Pero no crea que las presunciones de cargo solo se encuentran en los puestos de mayor relevancia, no, muchos son los que ya pregonan entre vecinos, amigos y hasta en sus redes que serán acreedores a alguna dirección, subsecretaría y hasta vocerías.
Tal vez obtengan el cargo, o este, solo se encuentre en su mente. Lo que es cierto es que los compromisos de la gobernadora electa son muchos y no habrá espacios suficientes para todos. Lo único cierto y confirmado por la propia Cuéllar Cisneros es que será Sergio González el encargado de los equipos de transición, pero eso no necesariamente signifique un cargo pesado para el ex panista.
A algunos personajes de su primer círculo ya se les ve en reuniones con miembros del equipo de Mena Rodríguez – caso curioso que en lugares públicos y no en las oficinas de gobierno como podría suponerse – lo que permite suponer que serán algunos de esos individuos los que integrarán la columna de su gabinete.
Luego de los resultados electorales, mi humilde apreciación es que los miembros de la coalición aportaron en realidad muy poco para la victoria. De los 307 mil votos obtenidos por Lorena Cuéllar, solo el PT medio podría decir que cumplió al entregar cerca de 34 mil sufragios, que distan mucho de los que dio el propio morena con 232 mil. Entre el Verde, Nueva Alianza Tlaxcala y el encuentro Social Tlaxcala juntos apenas aportaron 38 mil.
Es cierto de que de haber ido solo morena contra la coalición de “unidos” no hubiesen logrado la victoria pero hubieran quedado cerca. Solo un partido, con todo y sus divisiones y sin contar con un líder estatal le hubiera dado un susto a una pandilla , que insisto, no ha aprendido nada.
Por ello las rémoras tradicionales de la “izquierda” andan muy subiditas porque sus sufragios al final si marcaron la distancia necesaria para evitar cualquier controversia. Ahí tiene al PT local y a su líder Silvano Garay frotándose las manos para exigir sus posiciones al interior del gobierno de la cuarta transformación. Y muy motivado debe estar Garay Loredo en obtener su hueso pues al parecer quedó fuera del congreso de la unión, no se le hizo la reelección por la vía plurinominal.
Mientras unos exigen, otros presumen y otros tanto trabajan para conseguir las sillas en el gobierno que promete hacer historia en Tlaxcala, la gobernadora electa ha dicho que se rodeará de los mejores perfiles y de las personas más capacitadas para conformar su gabinete y su estructura de gobierno. Finalmente de no ser así la historia a quién juzgará será a Lorena y no a su gabinete, como en estos exactos momentos sucede con Marco Mena, quien tuvo todo para ser el mejor gobernador de Tlaxcala pero que entregó por cuotas políticas, en algunos casos y en otros por cariños desmedidos, posiciones fundamentales que le impidieron, siquiera, quedar en el top 5.
Lorena tendrá mayoría en el congreso, aparentemente así será, pero habrá que esperar si los muchos egos personales que llegarán a la próxima legislatura y los intereses personales no acaban por imponerse y así rompan a las bancadas tal y como sucedió con la actual legislatura.
Por lo pronto el diputado plurinominal Rubén Terán Águila, ha asegurado que ahora sí llegará al congreso de Tlaxcala la cuarta transformación, igualito que lo hicieron en su momento los actuales diputados de morena y partidos afines. Todo indica que Terán descalifica abiertamente el trabajo, decisiones y acciones de los diputados en funciones de morena, pues aseguró categórico que el fondo moche se acabó. Un fondo creado, precisamente, por la actual bancada de morena en el congreso. Habrá que esperar y ver, no vaya siendo que lejos de desaparecerlo lo mejoren.
Así pues nos restan cerca de 69 días para que arranque oficialmente el gobierno que hará historia en Tlaxcala. Tiempo suficiente para que a muchos les sigan consumiendo las ansias de poder. Algunos las consumarán, otros tantos pues se quedarán con las ganas, o tal vez, no con la posición de privilegio que esperaban y decían merecer. Lo que si veo claro es que más que morenistas habrá Lorenistas en la próxima administración.
@olaizmau