SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA
Ni histórica, ni democrática, ni comparecencia
El pasado martes 15 de febrero el Secretario de Gobierno acudió a la comparecencia que solicitó el Congreso del Estado a propuesta del Diputado Miguel Ángel Covarrubias Cervantes. Sin embargo, el ejercicio, que en teoría es parte de un régimen democrático, se convirtió en uno de los actos más vergonzantes que ha exhibido el Poder Legislativo local en su historia reciente. Con la ausencia de algunos de los integrantes de la LXIV Legislatura, la mayoría de los que se presentaron deshonraron su papel como representantes populares, ya que, lejos de cuestionar con seriedad al Secretario en un tema que lacera a la sociedad, solo se dedicaron a adularlo y a procurar no irritarlo con algún cuestionamiento no pertinente.
El inicio de la comparecencia estuvo a cargo de quien la solicitó, el Diputado Covarrubias, quien en el colmo de la incongruencia le dijo que no tenía nada que preguntarle, caramba ¿Qué clase de payasada fue esa?, sino tenía que preguntar, entonces para qué pidió la comparecencia, ¿será que después de proponerla y lograrla recibió una reprimenda de parte del grupo gobernante en la entidad? o quizás ¿reflexionó que su “grosería” para con la Gobernadora podría reducir sus sueños de sucederla en 2027? Los devaneos de este muy lamentable personaje de la política local hacen complicado verle como alguien serio o confiable.
De las 18 participaciones que hicieron las y los diputados, 15 de ellas fueron inútiles y de completa pena, siendo los casos más lamentables los de Vicente Morales, Marcela González, Jaciel González, Gabriela Brito y Leticia Martínez, quienes se esmeraron en agradar al compareciente, por lo que al terminar su periodo como legisladores bien podrían tener un lugar asegurado en la ayudantía del Secretario.
El bloque parlamentario de MORENA y sus aliados repitieron hasta el cansancio que la presunta comparecencia era histórica, tal vez lo sea, pero no en el sentido que ellos pretendieron exponer, sino porque pasará quizás como el acto más vergonzoso de la LXIV legislatura, esperando que en el resto de su periodo no cometan otro que supere en lo fútil al escenificado el pasado 15 de febrero.
Solo los diputados Manuel Cambrón, Blanca Águila y Diana Torrejón tomaron con seriedad el sentido del ejercicio de comparecencia, Cambrón rebatiendo los datos exhibidos por el Secretario lo que le hizo ver a este inseguro y casi sin saber que responder, Águila embistiéndole frontalmente logrando que el compareciente cayera en la provocación y respondiera con molestia, y Torrejón siendo puntual en sus planteamientos los cuales hicieron que el Secretario “cantinfleara” con sus respuestas, sin contestar a ninguna de ellas.
González trató de presumir que Tlaxcala es uno de los Estados más seguros, lo cual es un auténtico sofisma, ya que, en el entorno de violencia extrema que vive el país, lo correcto es que nuestra entidad aparece como de las menos violentas más no carente de ella, lo que equivale a decir que entre los enfermos somos de los menos enfermitos o, a que entre los ciegos solo somos tuertos.
Es una lástima que la presunta comparecencia se haya desarrollado en los términos que MORENA y sus apéndices la llevaron, ello hará inútil volver a pedir la asistencia de cualquier otro funcionario estatal, ya que, lejos de ser un acto democrático solo sería otra burda escenificación de la sumisión política que practica la autollamada cuarta transformación, desde su líder principal, hasta el último de sus cuadros dirigentes, por ello, la presencia de Sergio González Hernández en el Congreso local, ni histórica, ni democrática, ni comparecencia, simplemente bufonada política.