Inauguró el INAH exposición “Arena y metal. Tras los barcos de Cortés” en el Museo Regional de Tlaxcala
Gran aportación del área de Arqueología Subacuática al patrimonio histórico que es patrimonio vivo”: José de la Rosa
Roberto Junco y Pablo Olivera, exponen arqueología subacuática y arte en un mismo espacio
Del 14 de julio al 30de octubre, de martes a domingo, de 10 a 18 h
Tlaxcala, Tlax, a 14 de julio de 2022 (Redacción).- La muestra fotográfica y escultórica “Arena y metal. Tras los barcos del Cortés”, fue inaugurada este jueves en el Claustro bajo del Museo Regional de Tlaxcala. Con la representación de la Secretaria de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto Guerrero y del Director General del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Diego Prieto Hernández, el director del Centro INAH en la entidad, José de la Rosa Herrera, hizo patente el valor del acervo documentado que se continúa en las áreas de investigación del instituto con parte de los resultados exhibidos a cargo de la subdirección de Arqueología Subacuática, acompañadas esta vez por piezas artísticas que evocan también el paso del tiempo.
Acompañando al expositor Junco en el presídium, también el Secretario de Cultura de Tlaxcala, Antonio Martínez, quien en representación de la gobernadora del estado, Lorena Cuéllar, aseguró que “es una prioridad conservar, promover y difundir el patrimonio y en este espacio que exalta la fe, se expone la cultura con la exposición y la música -a la que calificó como un acto de fe-“, pues daría paso al concierto ofrecido por Eduardo Carpinteyro, Eliezer Paredes y el maestro Manuel Ramos Negrete, éste último autor de Malintzi arrulla a Martín, pieza más que alusiva al evento.
Destacando la magnificencia de la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, marco de la presentación del evento, el director del Centro INAH resaltó sobre la proximidad de la fecha que celebrará el primer año de la inclusión del Conjunto conventual a la lista de Patrimonio Mundial por la UNESCO, monumento histórico que recuerda ese encuentro a 500 años que rememora la figura de Hernán Cortés.
Asimismo, subrayó sobre “la gran aportación del área de Arqueología Subacuática al patrimonio histórico que es patrimonio vivo y que consta en la larga trayectoria y dedicación del arqueólogo Roberto Junco, su subdirector y toda una autoridad en la materia”, señaló, al tiempo de recordar a la arqueóloga Pilar Luna Erreguerena, pionera en este campo y promotora del patrimonio arqueológico desde la UNESCO.
En el recorrido inaugural, el director del Museo Regional, Diego Martín, de los expositores Roberto Junco y Pablo Olivera, de Juan Carlos Santiago, representando a la Sria. de Turismo del estado, Josefina Rodríguez, el delegado De la Rosa y la numerosa asistencia apreciaron el propósito alcanzado de la arqueología subacuática, al sumar a la investigación con los testimonios gráficos del hallazgo de los navíos hundidos o quemados por Cortés, como lo ha escrito la historia, pero que tiene importantes evidencias, como las descritas por el propio Roberto Junco, quien se mostró complacido de compartir este acervo con la comunidad de Tlaxcala.
“Los hallazgos cuyas imágenes fueron captadas con una cámara subacuática, entre 2018 y 2019, a 12 y 15 metros de profundidad, nos revelaron la existencia de elementos que aseguran la presencia de barcos y que pese al paso del tiempo, intuimos su preservación con solo analizar las anclas encontradas”, compartió Junco.
Ese binomio perfecto -como denominó José De la Rosa a la conjunción de la fotografía subacuática y la escultura en un solo espacio- deja ver desde este 14 de julio y hasta el 30 de octubre próximo, la visión del gran estudioso de la Conquista y del mundo prehispánico que fue Francisco del Paso y Troncoso.
Se apreciarán en 20 imágenes y 12 esculturas, esos hallazgos y los trabajos como la prospección subacuática, la búsqueda de los objetos bajo el sedimento, la excavación en puntos donde han habido descubrimientos, entre otras labores registradas a través de la lente de Roberto Junco y las habilidades del escultor Pablo Olivera, al lograr formas diversas que juegan con el proceso de oxidación, haciendo una apología del paso del tiempo que siempre habla de historia.