SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA
Un sabadazo de la “4T”
El pasado sábado 18 de marzo, los tlaxcaltecas fuimos testigos de la atención que la autodenominada “cuarta transformación” presta a los problemas torales de la entidad, mientras las estructuras del partido gobernante local se esmeraban por acarrear a miles de personas, en cientos de autobuses pagados vaya usted a saber por quién, para cumplir con el capricho de Don Andrés de mostrar el músculo político a sus irreverentes adversarios que osaron llenar el zócalo capitalino unos días antes.
Mientras en sus redes sociales los funcionarios locales presumían, tanto su estancia en la Ciudad de México, para que todos sepan que no faltaron, como la magnitud del acarreo, en Tlaxcala se vivía un jornada negra en materia de seguridad ciudadana, ese día se perpetraron al menos cuatro atentados que cegaron la vida de otras tantas personas abatidas a balazos; dos en Chiautempan, una en Calpulalpan, y otra más arrojada en las afueras de un hospital privado de la Ciudad de Tlaxcala.
La aparente paradoja sucedida ese sábado 18 de marzo, por los hechos resumidos en los párrafos precedentes, que tienen más relación entre sí de lo que quisieran los integrantes de la casta local gobernante, obedece a los efectos de una política de gobierno basada más en fotos, simulaciones y declaraciones, que en acciones, lo cual empieza a cobrar factura al Ejecutivo, ya que la entidad vive la peor etapa de violencia de su historia, aún y cuando se traten de ocultar o desviar los hechos; la descomposición del tejido social es mayor que con los de antes que se supone eran peores.
Lo más grave es que, conforme avanza la violencia, y esta trata de ocultarse y minimizarse por los canales oficiales, se genera la invisibilización del problema, y la ciudadanía, ante la inacción oficial tiende a “adaptarse” al fenómeno social como parte de la nueva realidad de la entidad, lo cual da paso al imperio general de la violencia, que es el signo de los tiempos de la 4T, producto de la irresponsable política de seguridad de Don Andrés”.
Es perfectamente observable que la prioridad de los gobiernos del morenismo, tanto federal como locales, es la continuidad, y no solucionar los problemas de la nación; se trabaja para “cultivar” votantes con programas de “compra anticipada de votos”, parta la próxima elección; al cabo que, como lo declaro el propio presidente, los pobres son su principal objetivo, NO para sacarlos de su miseria, sino para reciclarla eternamente por medio de paliativos, que gota a gota les den un día más de satisfactores, sin llegar a brindarles opciones para superar su indigencia. Tiempos más tormentosos están por llegar para México y Tlaxcala en los años por venir.