A CAPELLA Por MAURICIO HERNÁNDEZ OLAIZ
Así lo decidió.
En varias ocasiones lo he reiterado. A quién la población recordará por su gobierno, para bien o para mal, es a Marco Antonio Mena, no a sus colaboradores. Desde el inicio de su mandato, un servidor, cuestionaba el excesivo pago de favores políticos al integrar su gabinete, en muchos casos sin cubrir el perfil idóneo, lo que a la larga le podría traer repercusiones.
Llegando casi a la orilla de su gobierno, Mena Rodríguez sigue favoreciendo a la clase política por encima de la profesional, pese a que su gobierno ha sido cuestionado y mal calificado por la población, principalmente porque algunos de sus colaboradores no han estado a la altura de las circunstancias y de la ya mítica moderna gobernanza.
Pese a que existen profesionales de alta calidad entre la población, los principales espacios de gobierno siguen en mano de operadores priistas, que probablemente en unos meses abandonaran sus “responsabilidades” y “compromiso” con el estado en busca de una nueva oportunidad para colocarse, o bien una candidatura que les permita la sobrevivencia política y económica.
Pese a su mediocre y muy gris trabajo al frente del PRI estatal, en dónde prácticamente desapareció del escenario político al tricolor luego del descalabro electoral del 18, Roberto Lima Morales es “premiado” por el gobernador con la Dirección de Educación Básica de la USET, pues resulta que es maestro, con experiencia y muchos cursos de actualización que le permiten conocer a fondo el sector educativo. Cuesta entender entonces que hizo tanto tiempo “desaprovechado” en el partido oficial en el estado.
Sabedores de que desde su llegada a la SEPE, el profesor Florentino Domínguez ha privilegiado el trabajo de la dependencia a favor de su postulación al gobierno del estado, no se sabe si Lima Morales llega para operarle políticamente, o por lo contrario; y luego de su fatal desempeño en el PRI, para ponerle algunas trabas, la realidad es que difícilmente en lo que queda del gobierno Menista habrá un trabajo serio a favor de la educación, no por parte de sus responsables, tal vez si del propio Gobernador. La SEPE parece más casa de campaña que otra cosa.
Y es que si a lo largo del periodo de gobierno de Marco Mena algunos de sus cooperantes nadaron de a muertito esperando la opción electoral y la posibilidad de ungirse en candidatos; y no necesariamente por el tricolor, pues muchos operan incluso con institutos ajenos a los que los llevo a ocupar puestos de gobierno de relevancia, difícilmente en el último tramo de gobierno veremos a funcionarios comprometidos con su responsabilidad de estado.
Pero finalmente así lo decidió Mena, así decidió construir su gobierno, y por ello así será recordado. Un servidor, al inicio de la moderna gobernanza, escribía sin tapujo que veía en Marco Antonio Mena la posibilidad de convertirse en el mejor gobernador de la historia de Tlaxcala, esto si enderezaba el rumbo y se rodeaba de gente con perfil más profesional y no tan escandalosamente político, pues muchos de ellos habían mostrado en el pasado no haber dado el ancho.
Finalmente apostó por el pago de favores, y los datos duros están ahí. En lo que el primer mandatorio metió más mano, muy buenos resultados, en lo que delegó a su gente, un magro y tortuoso desenlace. ^Por ello no extraña su pobre resultante de gobierno y la baja calificación en la percepción ciudadana.
En un estado en dónde la efervescencia electoral sigue creciendo como la espuma, el resultado de un trabajo bien hecho desde el gobierno es también un argumento plebiscitario muy poderoso. En el caso del actual gobierno en algunos sectores tendrá un valioso testimonio, pero en otros, francamente, muy poco.
Interesante será ir viendo como los opositores, como los aspirantes a la silla del ejecutivo, usaran sus armas para validar o atacar al gobierno en turno, que para entonces casi seguro, habrá perdido a la gran mayoría de esos colaboradores, que poco o nada, ayudaron a implementar la moderna gobernanza.
Al grito de sálvese el que pueda, y el que pueda, qué nuevo hueso agarre, esos colaboradores se marcharán a las nuevas campañas. Ninguno de ellos se preocupará por Mena y su gobierno, quien será, reitero, el que será recordado en la historia, no aquellos que solo supieron nadar de a muertito. Así lo decidió.
@olaizmau