A CAPELLA Por MAURICIO HERNÁNDEZ OLAIZ
Entonces….¿Quién lo puso?
Cuesta mucho entender que una persona que se dice preocupada por los asuntos de la violencia de género, acoso, discriminación, que incluso habla de la creación de un centro de justicia para las mujeres, que empujó para que se declarara la alerta de género en Tlaxcala, que hizo un fuerte llamado a sus colaboradores varones exigiéndoles absoluto respeto a las mujeres, o atenerse a las consecuencias, hoy permita que Álvarez Valenzuela siga siendo su titular de seguridad ciudadana.
Peor aún, el caso no le ha merecido ni el más mínimo comentario.
Ante tal situación solo podemos especular tres cosas. UNO..La gobernadora maneja un muy peligroso doble discurso, solo a conveniencia y por cuestiones meramente político electorales. Dos..Nos está mintiendo. O la tercera, que podría ser la más preocupante. Ella no tiene el poder ni la decisión de removerlo.
Si Lorena Cuéllar en verdad es una comprometida con las causas de las mujeres, si es la sororidad objetivo primordial en su gobierno, el no remover a su secretario solo me lleva a pensar qué esa posición es una imposición de arriba, de muy arriba.
Pero si la gobernadora no puede meter mano en tan espinoso asunto, que le está complicando la imagen, discurso y efectividad de su gobierno, entonces…¿quién lo puso?
Sigamos en el terreno de la especulación. Ante la evidencia reciente más notoria y harto parecida no podemos más que voltear al mismísimo palacio nacional, ahí donde vive aquel que no dudo en defender, con todos sus recursos, a un personaje oscuro señalado por lo mismo que Álvarez Valenzuela.
No fue secreto que el presidente defendió a Félix Salgado Macedonio, pese a ser acusado de haber abusado sexualmente, en al menos tres ocasiones, a una mujer. La historia es conocida por todos, finalmente el INE le retiró la candidatura, pero no por las acusaciones en su contra, pues de esas fue defendido desde el púlpito presidencial, incluso con instrucciones directas a su partido de otorgarle la candidatura, sino por la entrega extemporánea del informe de sus gastos de precampaña.
Pero eso no fue impedimento para el presidente. Él tenía que hacer gobernador a Félix, y lo hizo, nombrando a su hija candidata y luego apoyándola con todo, con todo en la elección. A final de cuentas Los Salgado gobiernan Guerrero pese a todos los señalamientos y carpetas de investigación. Incluso López Obrador perdió el respeto y cariño de personajes muy cercanos a él, que se rasgaban las vestiduras por defender su proyecto y visión.
Por Salgado Macedonio AMLO perdió a John e Irma Eréndira.
Ante tal referente, queda claro que al presidente las acusaciones en contra de los suyos por agresiones hacia las mujeres no tiene un peso específico. Si no son declarados culpables son inocentes, y aunque es cierto que esa es una máxima de la justicia, lo lógico, lo sano, lo humano es retirarlos del cargo hasta que se les dicte sentencia. De ser inocentes pues pueden reintegrarlos, de ser culpables cumplieron con el lógico acto ético de la función pública.
Pero ni en Palacio, ni en Tlaxcala el ejemplo mostrado es de esa congruencia ética. Pero en Palacio hay un hombre, en Tlaxcala una mujer, aparentemente “comprometida” con la lucha por la defensa de la mujer y la sororidad.
Entonces…Gobernadora. ¿Por qué no lo remueve?
Entonces…¿Quién lo puso?
Eso solo lo sabe Lorena Cuéllar Cisneros.
“Ustedes escucharon un discurso donde hablé mucho de las mujeres y hoy les pido mucho respeto para todas las compañeras, porque no me voy a detener en actuar en consecuencia si algún compañero no las respeta” Lorena Cuéllar C.
@olaizmau