A CAPELLA Por MAURICIO HERNÁNDEZ OLAIZ
Partidos Ausentes.
Las distintas fuerzas políticas existentes en el estado, en este momento, tienen algo más en común que buscar solo el voto del electorado. Callar.
Ante la evidente falta de oficio para gobernar de Cuéllar Cisneros, los institutos políticos de la “oposición” guardan peculiar y hasta cómplice silencio. La falta de talento para encarar la creciente inseguridad, la falta de creación de empleos, de desarrollo económico, así como graves situaciones, como la entrega de la mayoría de los servicios de salud a la federación con un convenio que nadie conocía, la represión de las mujeres el #8M, los conflictos municipales y hasta el antro de azotea le han pasado de noche a la mayoría de los dizque opositores.
PRI, Movimiento ciudadano y PAC, no han ejercido ningún tipo de posicionamiento a los actos y acciones del gobierno Morenista, el PAN tan solo ha fijado postura en algunos temas pero de manera fría y hasta desinteresada. Evidentemente no se espera una crítica de los partidos aliados al gobierno como el PT, Verde o Nueva Alianza.
Y espero que el PRI no salga a decir que se manifestaron en contra del convenio de la entrega de los servicios de salud porque su diputada Blanca Águila encabezó el movimiento. La legisladora lo hizo a nombre del sindicato de salud no del partido político. El otrora poderoso tricolor hoy es un desastre y está más cerca de la extinción que de la resurrección.
Solo el PRD ha mantenido una viva agenda de anuncios, posicionamientos, solicitudes y hasta de posibles demandas contra el gobierno Lorenista por sus acciones y omisiones, siendo el único que representa clara y firme oposición al actual gobierno, el resto solo de membrete.
Y es que finalmente la participación, o no, de los partidos opositores como un referente de trabajo y genuina preocupación política, solo los perjudica o beneficia a ellos mismos. Sin embargo, la sociedad siempre considerará a un instituto participativo, informado, combativo, a otro que se le pasan todos los asuntos de estado de noche y solo medio aparecen en tiempos electorales con propuestas vacías y proyectos huecos.
Lo que realmente molesta de la pobre actitud de aquellos partidos desinteresados de la agenda política, económica y social del estado es que cada mes cobran sus jugosas prerrogativas. Dinero constante y sonante que los electores no sabemos en que es gastado, pues la mayoría de ellos incumple con las obligaciones que la ley les mandata, empezando por la más importante de todas. “Los partidos políticos tienen como finalidad promover la participación del pueblo en la vida democrática, hacer posible el acceso de los ciudadanos al ejercicio del poder público.”
La verdad es que insisto, solo buscan su voto en las elecciones y de ahí, desparecen por completo.
Peor aún es que pese a la dolorosa derrota en las urnas, ningún partido a nivel local o federal, han articulado una agenda alternativa y pertinente para dar cumplimiento pleno al amplio catálogo de derechos y disposiciones que, en materia de funcionalidad y estructura orgánica del Estado, están contenidos en la Constitución.
Y es que, si bien es cierto que hay un amplio debate en torno a la visión del actual gobierno de la República, lo es igualmente el hecho de que en ninguno de los partidos opositores se encuentra una visión articulada, coherente y pertinente respecto de las enormes urgencias que aquejan al país o al estado en medio de la mayor emergencia sanitaria y económica de los últimos cien años.
Lo anterior complica el futuro democrático del estado y del país, pero además acentúa la falta de confianza de la ciudadanía a los partidos políticos, quienes evidencian solo su preocupación por sobrevivir para cobrarsu prerrogativas.
Son auténticamente, partidos Ausentes.