ANÁLISIS EN CONTRASTE Por EDGAR SALAZAR MACÍAS

Día de las madres
Existimos hijos que hemos perdido a nuestra madre, madres que han encontrado a sus hijos, pero hay muchas madres que han buscado incansablemente a sus hijos, algunas de ellas, los van a encontrar, vivos o muertos, muchas encontrarán la muerte buscándolos sin que tengan éxito en esa búsqueda, ellas, son una real y triste realidad.
Es indudable que para los latinoamericanos, nuestra madre es una figura fundamental para entender lo que somos, lo que hemos sido y lo que seremos, para bien o para mal. Casi siempre, sin importar muchas cosas, ante todo y ante todos estará nuestra madre, es una cuestión cultural e idiosincrática, porque ahí encontramos, la mayor parte del tiempo, el motor de los inicios de nuestra vida, y el respaldo y apoyo para nuestros momentos críticos.
Sin embargo, dejamos de ver el papel de la madre desde la perspectiva de ésta, y en especial, para efectos de este escrito, el papel y perspectiva de las madres buscadoras. Las desapariciones de personas han ido al alza, y cada vez más, hay más madres buscadoras ante la indolencia del Estado.
Ante la desaparición de una persona, se han ido implementando mecanismos para que aparezca lo más pronto posible, tomando en consideración la importancia de las primeras horas para tal cometido, con suerte será una desaparición fácil de resolver, y la persona regresará con su familia; pero hay casos en los que no es tan sencillo, y de los que no se tienen pistas, ni indicios de dónde buscar, y siendo realistas, después de un tiempo, las autoridades dejan de buscar, en caso que lo hayan hecho.
Aquí es donde entra el papel de las madres buscadoras. Madres que, ante lo estático del Estado, deciden ser ellas las que hagan las investigaciones, excavaciones, y es así como comienzan ese peligroso camino de buscar, incluso los restos de sus hijos, pero a final de cuentas, algo que les ayude a dar cierre a una ausencia en su vida.
Pero ¿qué postura asume el Estado frente a las madres buscadoras?, muchas de ellas reciben amenazas por parte de los grupos del crimen organizado, e incluso por parte de algunas autoridades, por lo que suelen solicitar la protección del Estado frente a dichas amenazas. Tomemos como ejemplo un caso sonado hace unos cuantos meses: una madre buscadora, con protección por parte del Estado, recibió amenazas, activo el mecanismo de protección, sin embargo, el apoyo llegó varias horas después, lo que hubiera significado inminentemente en su muerte si es que hubiera escalado la amenaza. Hay un sistema de protección, pero con poca inversión.
Otro ejemplo de lo que pasan las madres buscadoras se dio hace unas semanas, una de ellas, sin mecanismo de protección, fue asesinada afuera de su casa, en un ataque dirigido, en la que no hay responsables, sólo una víctima. Son dos caras de una misma moneda.
Recientemente la Fiscalía General de la República comenzó a instrumentar los mecanismos de identificación de personas, vivas y muertas, que si se puede poner al alcance de las madres buscadoras, cada hueso que encuentren, podría ser identificado, e idealmente, le ayudaría a una madre a darle cierre a su búsqueda, porque ellas… ellas también merecen encontrar a sus hijos.
TRES PUNTOS…
La defensa de la Constitución es una batalla que parece perdida cada vez que aquellos que deben de respetarla, guardarla y protegerla, son los primeros que buscan la forma de violarla. Es cuanto.