Análisis en Contraste Por Edgar Salazar Macías - Linea de Contraste

Análisis en Contraste Por Edgar Salazar Macías

UN NUEVO DERECHO CONSTITUCIONAL

Es innegable la evolución y transformación del derecho, es bien sabido que el derecho debe evolucionar y adaptarse para normar de forma adecuada las relaciones humanas de acuerdo a sus nuevas características y dinámicas. Pero claro, así como existe la evolución del derecho, desgraciadamente también encontramos la involución del mismo.

El caso del derecho constitucional está revestido de una especial importancia, porque es que el sienta las bases del Estado, la relación de Gobierno con los gobernados, relaciones entre gobernados, entre los Poderes, establece derechos, y bien, en pocas palabras le da forma al Estado.

La Constitución, y por consecuencia el Derecho Constitucional, garantizan entre otras cosas, la prevalencia del Estado de Derecho, aportando un marco de actuación en el que se garantiza que nadie, ni nada, está por encima de la Constitución y de las leyes que de ella dimanan… es decir, el actuar de las autoridades, está sujeto a un marco normativo, las relaciones entre autoridades y particulares cuentan con reglas que se deben de seguir, y todo funciona, al menos en teoría, bajo ese marco normativo.

Siendo así que, quienes nos dedicamos a la abogacía, especialmente lo que nos dedicamos al Derecho Constitucional, y los estudiantes que están aprendiendo de Derecho Constitucional, tenemos que entender que lo aprendimos, y quizás lo que se sigue enseñando en las escuelas ya no existe.

Pongamos un ejemplo muy práctico, la inatacabilidad de las reformas constitucionales. Medios de control como el amparo, la acción de inconstitucionalidad y la controversia constitucional, cuando se trate de reformas constitucionales, aunque éstas sean inconstitucionales o inconvencionales, como la prisión preventiva oficiosa, no habrá forma de combatirlas, y no sólo en su proceso de reforma y entrada en vigor, sino que también en la aplicación en contra de los particulares, es probable que no se pueda combatir.

Existen argumentos en los que se señala que la constitución no puede ser inconstitucional, y esto era cierto en el plano hipotético, y hasta hace unos meses, sin embargo, al no existir medios de control constitucional, vemos que sí, la Constitución sí puede tener porciones inconstitucionales e inconvencionales, de aplicación obligatoria, y en muchos casos, se debe aplicar una interpretación literal.

 Entonces debemos de considerar qué tanto se ha retrocedido, qué tanto nos hemos alejado de la evolución constitucional, con la reforma de 2011 en materia de derechos humanos, porque a partir de dicha reforma, se empezó a hacer una interpretación armónica del marco normativo nacional y el interamericano, al menos hablando de derechos humanos, equiparando los tratados internacionales a la Constitución, sin embargo, entre algunos de los candidatos a Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, hay quienes tienen una interpretación retrograda de la Supremacía Constitucional, regresando 30 años en el tiempo y en el Derecho Constitucional, ninguna ley internacional puede estar por encima de la Constitución, y si algún tribunal internacional dicta una sentencia contra el Estado Mexicano, discrecionalmente se puede decidir no acatarla.

Invariablemente esto es una muestra del debilitamiento del Estado de Derecho, y del cambio en el Derecho Constitucional, porque tenemos que enseñar en las escuelas que hubo una figura llamada control constitucional, pero que ya no existe, porque ahora lo que establezca el legislativo, a través de su proceso, existirá sin que haya posibilidad de revisar por los medios de control, que lo que hacen es acorde a Derecho.

También es necesario enseñar que la existencia de tres poderes que se limitan y controlan entre ellos, ya no existe, puesto que el Poder Judicial se ha quedado sin la posibilidad de generar ese equilibrio con los otros dos Poderes… finalmente dirán, la teoría dista mucho de la realpolitik que nos está rigiendo, lo que se ha hecho es lo que pide a gritos mayoría, o al menos ese es el discurso oficial.

TRES PUNTOS…

El proceso electoral para elegir a los juzgadores del Poder Judicial, tanto federal como local, sigue siendo un galimatías en todos los aspectos. Mientras que no se haga público lo que por ley debe ser público, no se definan los mecanismos y procesos, y se transparente el gasto, se antoja un proceso complicado, eso sin tomar en cuenta que una jornada electoral de diez horas no será suficiente para que la población vote; y no podemos olvidar que el proceso electoral de este año es apenas el primero, en dos años tendremos otro, y así sucesivamente, logística, costos, y principalmente la labor jurisdiccional, afectará directamente a los gobernados… prueba y error. Es cuanto.