Análisis en Contraste Por Edgar Salazar Macías
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DERECHO A LA SALUD: MÁS QUE UN DERECHO FUNDAMENTAL
Hablar de derechos fundamentales, en ocasiones, más que un dialogo fluido y entendible, puede llegar a ser hasta un tanto complejo porque muchos de los derechos pudieran parecer como cuestiones lógicas o que inherentemente se garantizan, por ejemplo, el derecho a un nombre, una nacionalidad, identidad… pero existen derechos que son un poco más complejos de entender, y comprender los alcances de éstos.
Hablar del derecho a la salud en el marco normativo mexicano no es tan sencillo como pudiera parecer, pero hay que empezar por el principio. El artículo 4 de la Constitución señala que toda persona tiene derecho a la protección de la salud, y las leyes respectivas determinarán las bases y modalidades de acceso a los servicios de salud, así como la existencia de un sistema de salud para el bienestar… pero esto ¿qué significa?, palabras más, palabras menos el Estado debe garantizar el derecho a la salud.
Tomemos en consideración que existen tres grandes instituciones encargadas de proveer servicios de salud a la población, el ISSSTE, IMSS, y el IMSS-Bienestar, los dos primeros brindan servicios a los trabajadores, el primero a trabajadores del Estado y el segundo a trabajadores de la iniciativa privada, por otra parte, el tercero de éstos, es el que está enfocado a atender a la población en general.
De acuerdo con lo anterior, en teoría se tendría cubierta la mayor parte de la población parte de alguna de estas instituciones de salud, seas trabajador o no, pero el Estado está cubriendo la necesidad de ese servicio para garantizar un derecho. Sin embargo, existe escasez de insumos y medicamentos para cumplir y garantizar el ejercicio del derecho a la salud.
El derecho a la salud más allá de ser un derecho fundamental es uno de los pilares que sustenta al Estado por el simple hecho que impacta, no sólo a la población, sino también al gobierno, a la economía, y la paz y orden social necesarios para el desarrollo de la persona. La premisa fundamental de vivir en sociedad es alcanzar fines en común, y ¿cómo alcanzar esos fines cuando falta algo tan básico como la salud?, una población sin acceso a los servicios de salud, sin vacunación, sin medicamentos, a la larga se convierte en una población enferma, y eso impacta a las finanzas públicas, impacta a la cohesión social, impacta en lo más básico de la persona, la salud física, repercutirá en la salud de la sociedad, y por tal la salud del Estado, recordemos que las compras de emergencia son más costosas que las compras planeadas.
Evidentemente las soluciones no son sencillas, pero una primera aproximación es darle visibilidad al problema, es decir, desde la sociedad hacer ver la falta de medicamentos e insumos, para que se tome como lo que es, un problema de salud pública, y un problema de Estado; después de eso, es crear las políticas públicas tendientes a resolver el problema, tomar las acciones administrativas de adquisición, administración y distribución, de medicamentos e insumos, sin que sean de emergencia sino en un calendario ordinario y planeado.
Las soluciones existen, sólo se requiere, de procesos aseados y ordenados, capacidad administrativas… y quizás un poco de voluntad política.
TRES PUNTOS…
En horas recientes surgen notas que señalan que el Comité de Evaluación del proceso electoral extraordinario para los cargos del Poder Judicial del Estado de Tlaxcala, señala que sólo dará a conocer los folios de los candidatos que participaran, y que les corresponde a los candidatos hacer campaña y darse a conocer entre la población. Pareciera que se esfuerzan en restarle credibilidad y transparencia a un proceso por demás cuestionable. Es cuanto.