Casas de empeño quedan impedidas para vender bienes empeñados
Acuerdo de la PROFECO publicado en el Diario Oficial de la Federación este miércoles.
Tlaxcala, Tlax, a 13 de mayo de 2020 (Gerardo Santillán).- Las casas de empeño podrán seguir funcionando como entidades de actividad esencial en medio de la emergencia sanitaria, exclusivamente para la atención de empeño, refrendo y desempeño de las prendas, pero no podrán enajenar ningún tipo de bien, acordó la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO).
Eso implica que esos negocios deberán detener la venta de prendas empeñadas, para evitar el aumento de la movilidad de personas que querrían aprovechar la existencia de muchos productos empeñados. Esa medida tendrá vigencia hasta en tanto se declare superada la contingencia.
Así fue publicado este miércoles en el Diario Oficial de la Federación (DOF), un acuerdo por el que se modifica el similar por el que se dan a conocer los lineamientos para la operación de casas de empeño durante la contingencia sanitaria provocada por el virus SARS-CoV2 (COVID-19), publicado el 4 de mayo de 2020.
La PROFECO reconoce el importante papel en la economía popular de las casas de empeño, como una actividad esencial, al ser fuentes de financiamiento que coadyuvan en el desarrollo de la economía popular, al socorrer financieramente las necesidades más apremiantes de proveer recursos económicos inmediatos a los sectores de la población más vulnerables, los cuales en su mayoría no tienen acceso a los servicios financieros.
La Procuraduría explica que “derivado de las acciones que genera la enajenación o venta de los bienes o productos empeñados, conllevan a la realización de múltiples actividades de comercialización análogas, que indiscutiblemente darán lugar a aumentar la movilidad en el espacio público por parte de la población, (por eso) es necesario redoblar esfuerzos en la Jornada Nacional de Sana Distancia y realizar intervenciones de mitigación necesarias para mitigar la enfermedad (…)”, por lo tanto las casas de empeño deben abstenerse de vender los bienes empeñados.