DE CONYUNTURA Por GERARDO SANTILLÁN

¿Ciclo perdido? Y anarquía

Era cantado que el ciclo escolar 2019 – 2020 iba a terminar a la distancia. No había ni hay condiciones para regresar a las aulas el 1 de junio, pues de hecho el sistema escolar será el último en regresar a la “nueva normalidad” de entre todos los sectores en el país. El propósito es darle total certeza a toda la comunidad estudiantil y docente de que su salud estará protegida.

Los maestros ya sabían que eso iba a pasar y entonces seguirán batallando para dar clases virtuales, esquema que ha generado sus problemáticas y satisfacciones, producto de que fue una modalidad que prácticamente no se había utilizado.

Sin embargo, algunos profesores/as confiesan que ha habido obstáculos insalvables en la educación a distancia, pues han quedado al descubierto no solo las carencias de recursos de muchas familias, pues no todos tienen acceso a internet o cuentan con los instrumentos tecnológicos necesarios; sino que también los padres se han visto inexpertos para lidiar con sus hijos en la realización de las tareas, los contenidos sin mucho fondo de los programas de televisión e incluso de algunos docentes sin el total compromiso.

Por tanto, a toda la comunidad escolar por lo menos del nivel básico, les cayó como anillo al dedo la instrucción de que independientemente de si hay méritos o no, todos los alumnos van a ser aprobados, con lo que las evaluaciones prácticamente han quedado en un segundo término.

Al margen de que cuando se suspendieron las clases generalizadas el pasado 23 de marzo ya se había cursado más del 70 por ciento del programa del actual ciclo escolar, no hay una medición certera que demuestre que el aprendizaje a distancia fue exitoso en términos de aprovechamiento, por más que la SEP federal aseguró que así lo fue.

Total que según las condiciones dictadas por la pandemia del Covid 19, el ciclo lectivo 2019 – 2020 pudo haberse perdido o no, pero no se aprovechó del todo.

Anarquía de comerciantes…

En otro tema, la necesidad y necedad de comerciantes de trabajar, ha provocado una verdadera anarquía en municipios como Chiautempan, Apizaco, Mazatecocho y en los colindantes con Texmelucan, pues desafiando toda recomendación sanitaria y la presencia de autoridades policiales, se han instalado casi con total normalidad.

Aunque es encomiable la instalación de filtros sanitarios, estos funcionan más para los clientes que para los mercaderes, muchos de quienes pasan por alto las medidas acordadas y despachan sin guantes, cubrebocas, gel antibacterial o guantes, de tal forma que el riesgo de contagio siempre está latente.

Por supuesto que ese sector no puede parar y buena parte de ellos son esenciales (canasta básica), pero también los líderes deberían entender que desde su propia trinchera podrían contribuir a abatir los números de contagios en los momentos de mayor pico.

Hasta la próxima

@santillanazo