DE CONYUNTURA Por GERARDO SANTILLÁN
Entrelíneas
Aunque ya ha pasado casi una semana de la visita del Presidente López Obrador a Tlaxcala, consideró que los hechos y las entrelíneas continúan resonando entre la clase política encumbrada por ahora en el Estado.
Entre los mandamases y los nuevos ricos, la gira de AMLO dejó mensajes no dichos a los receptores.
Primero, el Gobernador Marco Mena puede estar tranquilo porque tras la deferencia pública que le hizo ante los asistentes al evento de “Diálogos con los Pueblos Indígenas” a San Pablo del Monte”, seguramente en este año habrá bondades económicas para Tlaxcala a efecto de continuar y concluir algunas obras de alta relevancia, tales como la modernización de la carretera Tlaxcala – Apizaco, el nuevo Hospital General de Tlaxcala y, tal vez, alguna sorpresa.
El haber puesto como ejemplo a Tlaxcala en una conferencia mañanera previa por cero endeudamiento y ahorros para hacer obras, tiene la connotación de que la administración estatal podría tener respaldo del Gobierno Federal para salir delante de sus compromisos y después del 2021 ya no “buscarle tres pies al gato” al actual mandatario estatal y sus colaboradores.
También hubo deferencia, aunque más en privado, para la Delegada Federal de Programas de Desarrollo, Lorena Cuéllar, a quien se le reconoció el trabajo realizado desde esa coordinación y que sin duda, pero sin tenerlo garantizado, el Presidente sabe que con ella MORENA podría ganar más fácilmente la gubernatura de Tlaxcala. Por lo menos así dicen encuestas, algunas más serias que otras.
Y para los Diputados Locales con mayoría morenista y sus aliados, pues prácticamente no serán reprendidos por abusos cometidos durante su gestión, a pesar de dejar de lado aquello de “no robar, no mentir y no traicionar”. Hoy tienen manga ancha y ni tendrán oposición del Ejecutivo estatal – por aquello de que el Presupuesto 2020 no fue vetado –, ni del federal, que los ve ya sin remedio.
Feliz 2020…
Desde esta trinchera deseamos un año 2020 próspero y de salud para todos los tlaxcaltecas, pero sobre todo con el deseo de que la tranquilidad de salir a las calles y hacer las actividades cotidianas sin miedo, sea el pan de cada día, para que la inseguridad no se apodere del Estado.