El origen es el destino Por Viviana Barbosa Bonola - Linea de Contraste

El origen es el destino Por Viviana Barbosa Bonola

El origen es el destino

 

Dicen que el origen es el destino, que los afectos y hechos que nos marcan en la infancia terminan siendo casi siempre la dirección hacía la cual se dirigen nuestros pasos. Mi padre fue un político del sur de Tlaxcala que mientras me enseñaba a volar papalotes en las tardes livianas de Axocomanitla, me hablaba de hacer comunidad como un proyecto de fuerza y de resistencia colectiva, mientras mi madre nos hablaba de disciplina para conseguir todas las metas.

Mi padre creía en lo que decía Aristóteles, en ese bello adagio en latín, zoon politikon, que dice que los seres humanos somos animales políticos porque la nuestra es una vida distinta de las otras formas de vida del planeta porque nosotrxs hacemos política. Aristóteles no entendía como política ese remedo burocratizado y corrupto en el que se han convertido algunas de nuestras instituciones. Aristóteles, ese gran sabio, entendía a la política como una acción. Un verbo. La práctica que nos acuerpa y nos da una forma colectiva. La práctica que concreta nuestros valores y virtudes, la que nos articula orgánicamente con los demás y la vía por la que nos humanizamos los unxs a los otrxs.

Somos animales políticos porque somos seres que viven en colectividad.

Es la vida comunitaria lo que nos permite crear y mantener y reproducir nuestra identidad y cultura. Lo que nos permite dar nuestros saberes a nuestros semejantes, lo que une nuestras existencias particulares con el cuerpo social con el que somos parte.

Sé que mi padre, que ya no está, estaría orgulloso de mí y de la fuerza que represento y que me acompaña.  Somos seres políticos y vamos a organizarnos en las urnas para conseguir un Tlaxcala más justo. Más que nunca me siento llena de ese optimismo de la voluntad que decía el filósofo italiano Antonio Gramsci, es decir hay que tener el pesimismo que da la inteligencia pero también el optimismo que dan la voluntad y la fuerza.

En esta contienda no vamos a votar solamente por programas de gobierno, vamos a votar a favor o en contra de la dignidad, a favor o en contra de la solidaridad, a favor o en contra de la justicia. Vamos a votar por seguir sometiéndonos a la traición de las personas que nos están demostrando que no les importa nuestra salud, que solo quieren conservar sus privilegios.  O, por el contrario, decidimos ser ese animal político y comenzar a pensar en otra forma de hacer comunidad, una alrededor de la justicia social, porque solo pagando nuestra deuda con los más vulnerables, la justicia social nos alcanzara a todxs.

Estamos juntxs en esto, con fuerza y sin miedo.