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EN LA OPINIÓN de JORGE MARTÍNEZ MEZA

Biografías del Poder en Tlaxcala

Alfonso Sánchez Anaya 

Gobernador Constitucional del Estado De Tlaxcala

(del 15 de enero de 1999 al 15 de enero de 2005)

Primer Gobernador postulado por partidos de izquierda y que le gana, por vez primera, al PRI

Alfonso Sánchez Anaya nace en Apizaco el 23 de enero de 1941, año en que Joaquín Cisneros Molina era Secretario General del Departamento de Asuntos Indígenas con el entonces Titular de Asuntos Agrarios Isidro Candía, quien acababa de ser nombrado hacia un año en ese cargo. Mismo año en que Emilio Sánchez Piedras egresaba de la Escuela Nacional de Jurisprudencia (UNAM), gobernaba la Entidad Manuel Santillán quien creaba la SECODUVI como Departamento de Obra Pública (D.O.P) mientras tanto Porfiriodel Castillo ocupaba la Jefatura de Gobernación en el Gobierno del Estado de Hidalgo.

Alfonso Sánchez Anaya inició su carrera política en el PRI. Laboró en el Banco Nacional Agropecuario y en los laboratorios SYNTEX, donde ocupó varios cargos hasta ser Director de la División Agropecuaria para México, Centro América y el Caribe. Posee cursos y posgrados en administración, sociología rural y económica en Estados Unidos de Norteamérica y Canadá. Fue colaborador deEmilio Sánchez Piedras.

Dentro de la columna “¡LosPRIrrimplines!” del lunes 25 de abril de 2011 publicado en ‘La Jornada de Oriente’, de autor desconocido destaca: “La llegada de Don Emilio Sánchez Piedras al Gobierno del Estado tuvo la característica de que como algunos políticos locales ya habían amarrado el tamal y consideraban tener segura la candidatura, al llevarse la sorpresa de que la Presidencia de la República no tenía la misma idea, le retiraron el apoyo al zorro plateado.

Don Emilio se trajo a la parentela, que en aquel entonces eran los jóvenes universitarios que se había ido particularmente a la UNAM, que era la universidad donde se educaban los descendientes de las élites locales de todo el País y de ahí se llamó a un nutrido grupo de jóvenes para crear un nuevo equipo, al que se les llamó ‘Los herederos’.

En esa primera camada estaban Mariano González Zarur, Antonio Álvarez Lima, Alfonso Sánchez Anaya, Beatriz Paredes Rangel, Héctor Vázquez Paredes, Francisco Flores Olayo y el grupo de sobrinos predilectos del régimen: Daniel Corona Sánchez, Javier Corona Sánchez, Rubén Contreras Santiago, Salvador Domínguez Sánchez y muchos otros”, hasta aquí la columna.

En 1994, fue electo Diputado Federal por el Estado de Tlaxcala para la LVI Legislatura. Posteriormente en 1998, intentó obtener la candidatura del PRI al Gobierno del Estado pero Joaquín Cisneros Fernández, quien fue su compañero de bancada en la Cámara de Diputados, resultó ganador de la misma.

En diciembre de 1997, un grupo de ‘dirigentes priístas’ -la mayoría empleados y ex empleados del Gobierno Estatal y del PRI local- hizo llegar al PRI nacional y a la Secretaría de Gobernación expresiones en favor de la candidatura deBarbosa.

No tardó en reaccionar el grupo de Paredes. Lo hizo primero a través de Alfonso Sánchez Anaya-secretario de Finanzas en su sexenio- quien inició un recorrido por la Entidad para reunirse con industriales, productores de maíz y maestros, a quienes solicitó su apoyo.

El 26 de febrero, Sánchez Anaya inició formalmente su precampaña con un acto multitudinario en Apizaco. Beatriz Paredes se reunió con Ortiz, Sánchez Anaya y Mariano González. Los convocó a sumar fuerzas y a medir sus posibilidades reales. Al final, sólo acudió el ex rector. Ni Mariano ni Alfonso decidieron inscribirse y públicamente se quejaron de lo ‘viciado’ del proceso. Sánchez Anaya denunció además, en una carta abierta, que la estructura partidista había sido presionada para no otorgar las firmas que avalaran el registro y que desde el Gobierno del Estado se financiaba a uno de los precandidatos, y luego renunció a su militancia partidista, de 38 años.

Aprovechando ésta situación, el entonces Presidente del PRD, Andrés Manuel López Obrador, negoció una candidatura común con el PT y el PVEM para impulsar a Sánchez Anaya.

En la elección local para elegir al Gobernador en 1998, Joaquín Cisneros Fernández obtuvo 43% de la votación contra 45% de Sánchez Anaya.

Después de la derrota del PRI 1998, Jorge González Ramos en su columna ‘La Agenda’ del Sol de Tlaxcala menciona:El doctor Salazar hizo un enérgico llamado a los legisladores priístas para que incluyan en su agenda una nueva reforma al Código Electoral de Tlaxcala y deroguen tan ignominiosa acción que hoy tiene como opositores del Ejecutivo a los priístas, sin merecerlo”. Salazar manifestaba que sería conveniente que la bancada priísta del Congreso Local, desapareciera de la Constitución Política del Estado de Tlaxcala la figura de la candidatura común, que había permitido el triunfo de Alfonso Sánchez Anaya como Gobernador.

Álvaro Salazar Lozano, veterano militante, conocedor de la intríngulis del poder político en la Entidad, llegó a mencionar que si había culpables y responsables en la derrota del PRI en 1998, pero ‘no voy a decir nombres porque ni voy a buscar cabezas de turcos, ni hacer una cacería de brujas… eso disgregaría al Partido’. Aceptaba que al PRI le costaba ser opositor ‘Es muy difícil porque Tlaxcala era un Estado priísta… por eso debemos prepararnos para ser oposición y comenzar a llamar a todos para formar un frente común para el futuro’ mencionaba”, hasta aquí la columna de González Ramos.

En 2000, Alfonso Sánchez Anaya impulsó a su esposa, María del Carmen Ramírez, al Senado de la República, quien fue derrotada por la fórmula que integró Joaquín Cisneros Fernández y Mariano González Zarur; pero logró el escaño por la vía de la primera minoría. Para 2004, la Senadora Ramírez se hizo de la candidatura de la alianza PRD-Convergencia para suceder a su esposo en el Gobierno.

Así, a través de su esposa, A.S.A volvió a competir contra Mariano González Zarur del PRI-PVEM, pero ésta vez ese Partido sufrió una nueva ruptura encabezada por el entonces Presidente Municipal de Tlaxcala, Héctor Ortiz Ortiz, quien se convirtió en el candidato del PAN-PT-PCDT-PJS. En una elección muy cerrada, Ortiz obtuvo 34.85% de los votos, contra 33.93% de González Zarur (apenas 0.92% de ventaja).Ramírez quedó en un lejano tercer lugar con 28% de los votos.

Siendo Gobernador, fue Presidente de la ANAGO. “Siempre he estado del lado de la vanguardia, muy comprometido con la parte social de un proyecto político. Yo no vengo de una célula comunista, ni trabajé en la clandestinidad de la izquierda, ni mucho menos, pero en términos ideológicos, si hablamos de la geometría política, siempre he sido de izquierda, una izquierda moderna, no beligerante, propositiva”. Lo que sigue para un político siempre es lo más incierto, no hay nada más seguro que la inseguridad que ellos pueden tener de lo que pasará en su carrera.

Y aunque a Alfonso le dieron por perdida su carrera política, logró sacar adelante lo que nadie esperaba. “Hay un dicho popular: ´De la política nadie se sale, a menos que te corran´. Estoy convencido de que hay que estar bien ubicado, conocer muy bien las posibilidades que uno tiene, no escuchar a los corifeos, y saber cuál es el capital político que uno tiene. Mi carrera ha sido larga, por lo que para continuar en la política sólo lo haré donde pueda ser verdaderamente útil. Yo no quiero chambas. Si no hay una oportunidad de seguir en la política me dedicaría a actividades dentro de la iniciativa privada, que no puedo decir que las hago muy bien, pero las sé hacer”; decía en una entrevista el 1 mayo del 2003, en el reportaje “Un gran proyecto: CONAGO” en la revista ‘Lideres Mexicanos’.

Víctor López Tamayo en su columna ‘El Búnker’ en el ‘Cuarto de Guerra’ del 18 de julio de 2011,explica que “Alfonso Sánchez Anaya tuvo el control de la dirigencia estatal del PRD, puso a quien quiso al frente de ella y quitó al que le estorbaba como fue el sonado y lastimoso caso del profesor Perfecto Barrales”.

En 2006, Alfonso Sánchez Anaya resultó electo Senador por Tlaxcala, a través de la Coalición “Por el Bien de Todos” (PRD-PT-Convergencia).

En una entrevista que concedió para una prestigiada revista nacional llamada: ‘Lideres mexicanos’, el reportero destacó: La preparatoria nacional fue el campo de batalla en donde descubrió su vocación para la política. Ahí tuvo la oportunidad de participar en el movimiento… y conoció de manera directa lo que era una sociedad de alumnos, la conformación de una planilla y sus primeras elecciones. En la universidad decidió estudiar medicina veterinaria por buscar un futuro cercano a su padre, quien era un hombre de campo. Lo malo era que la vida política de su facultad no empataba con sus deseos para desarrollar un aprendizaje político. Y a pesar de ello, se las ingenió para no desatender sus inquietudes. ‘Desde ahí empecé a tener un grupo de amigos que leían otras cosas, estábamos interesados en la vida política nacional, había dos revistas que se expresaban con cierto margen de libertad: ‘Siempre’ y ‘Política’. 

Cuando regresó, lo primero que hizo fue viajar por todo el País para conocerlo más a fondo. Fue en su gremio donde encontró el primer trabajo serio que debía de transformar. ‘Cuando regresé, retomé el Colegio de Médicos Veterinarios, y después la organización política de los mismos, que fue la Unidad Nacional Veterinaria. Luego fui Líder Nacional de los Profesionistas en el PRI… Empecé a trabajar como representante del Partido en la colonia Doctores en la campaña para Diputado Federal de Rodolfo Echeverría. Fui representante de casilla y pegaba propaganda’. 

Con el sexenio de Miguel de la Madrid inició una nueva etapa para el PRI. Se dio un cambio no sólo en las altas esferas del Partido, hubo también reestructuraciones sustanciales del proyecto de Gobierno. A éste nuevo grupo se le conoce como ‘tecnócratas’, y es a ellos a quienes identifica Alfonso Sánchez como los responsables de las rupturas que se sucedieron los siguientes años. Como resultado de esas rupturas se crearon dos corrientes: quienes estaban totalmente de acuerdo con el proyecto neoliberal y con la propuesta económica, y quienes estaban en contra. ‘Yo no estoy contra de la globalización, ni de descalificar al proyecto neoliberal. De lo que estoy convencido es de que hay países más inteligentes que el nuestro, que han sabido aprovechar esta globalización en lo que le conviene al País, a lo que no conviene le han puesto un límite’. 

Estas ideas fueron las que lo llevaron a leer aquél discurso en la CNOP, con la conciencia de que después de ello las cosas no serían iguales para él. ‘Ese fue el tache para que yo no llegara a la gubernatura, porque sí hubo reclamo de parte de la Coordinadora de los Diputados del sector popular, Rosario Guerra. Después estuve en una reunión con el Presidente Zedillo, estaba con mi compañero Diputado por Tlaxcala, Joaquín Cisneros, a él lo saludó de manera afectuosa, y cuando se acercó a mí extendió la mano y volteó la cara. Era evidente que mi discurso no había caído bien en la cúpula, pero sí en la base’. 

 Su proyecto de ser Gobernador empezó cuando era preparatoriano. Desde entonces fue trabajando la idea, y a pesar de que ya no era bien visto en su Partido, no dejó de luchar por conseguirlo. Así comenzó su precampaña en 1998. ‘Yo cumplí con todos los requisitos que pedía el partido, los cuales eran: hablar con el Presidente del Partido para decirle que aspiraba a la gubernatura; ir con mi sector, con la dirigente, para expresarle lo mismo y por último con el Gobernador en turno. Cumplí con los tres y todos me dijeron: adelante’. 

Su análisis del proceso lo presentaba como el candidato más fuerte para contender en las elecciones de su Estado, pero los movimientos hacia dentro del Partido lo llevaron a reconocer que ya no tendría opción. ‘Fue tal el atropello al que fui sometido por el Comité Electoral del PRI, donde había solamente amigos de los otros precandidatos y ninguno mío. Para mí fue muy difícil decidir salir del partido, en un desayuno el último día del registro me dijeron las personas que estaban más allegadas a mí: no te salgas, estaban seguras de que iba a ganar. A la una de la tarde tuve una conversación conBeatriz Paredes, quien me dijo: -si quieres participa y pierde, negocia por la vía institucional, o súmate al candidato elegido-. Me costó mucho trabajo aceptar esto por todos los años de militancia, estoy convencido que el Partido cometió un error’. 

Recordar estos momentos le trae al Gobernador una serie de emociones cruzadas que no puede evitar. ‘Cuando hablé con Beatriz, ya tenía decidida mi salida, sólo fue una confirmación, reuní a mi equipo más cercano, les anuncié mi decisión, hubo quien lloró, fue muy difícil. Convoqué a una rueda de prensa a las seis de la tarde donde avisé que no participaba. Después, en la noche, me reuní con todo mi equipo, unos 165. Ahí les dije que posiblemente renunciaría al PRI, y los invité a trabajar conmigo en una organización, y que lucháramos por la democracia. Se quedaron 120. Al siguiente día, sábado, se hizo el primer contacto con el PRD, y me entrevisté con Jesús Ortega. Aquí en Tlaxcala habían hecho una modificación de la ley y se permitía la candidatura común, por lo que se ofreció la oportunidad de formar una alianza. Al siguiente día me reuní con los dirigentes del PRD, del PT y el dirigente del Verde Ecologista. El lunes le informé a mi gente que ya teníamos candidatura, fue más rápido de lo que yo pensaba,” hasta aquí la entrevista.

En el año 2001, Álvaro Salazar Lozano fue Presidente de la Comisión Estatal Organizadora de la XVIII Asamblea Nacional del PRI, donde vaticinó: “invitar al señor Gobernador (Alfonso Sánchez) a que otra vez (sic) regrese al Partido”; como lo dio a conocer el periódico La Jornada, mientras que el Sol de Tlaxcala titulaba en sus interiores: ‘invita Salazar a Sánchez Anaya a regresar al PRI’.

Pero el Gobernador perredista estaba en su apogeo: Inclusive entraba a la UAT. “Usted es el jefe de ésta casa”, exponía Rolando Romero a un Sánchez Anaya, al que se le había impedido el acceso días antes. Relata Adriana Díaz en ‘El Sol de Tlaxcala’, “Frente a frente, y a 32 de meses de haber ganado la elección que lo llevó a la gubernatura del Estado y a 60 días de haberle sido negada la entrada al Departamento de Agrobiología de la UAT, Alfonso Sánchez Anaya espetó ayer a reconocidos priístas y directivos de la máxima casa de estudios de Tlaxcala que la cerrazón política de un grupo que se había adueñado del Partido Revolucionario Institucional, el abuso del poder y el descontentó popular, posibilitó la construcción de una alianza electoral y le llevó al triunfo.

En una reducida aula, fría, sin cristales, y sin el más mínimo arreglo para dictar una conferencia ‘magistral’, Sánchez Anaya dijo a un Julián Velázquez Llórente, a un Álvaro Salazar Lozano, al otrora priísta Rolando Romero, al rector de la UAT, en ese entonces, Rene Grada y a decenas de priístas (que se dieron cita para presenciar la conferencia ‘La Transición Política en Tlaxcala’) que éste Estado dejó de ser un bastión priísta por la cerrazón que cegó a un grupo de políticos que se adueñaron del tricolor.

Frente a un sencillo escritorio, sin mantel, y sólo con un vaso de jugo frente a él -sin siquiera su inseparable coca light-Alfonso Sánchez recordó a los priístas que previo a la elección del 8 de noviembre del 98, ‘parecía remota la posibilidad de que cambiara la inercia en los resultados electorales’.

Impávidos, los priístas ahí presentes escuchaban al conferencista. Sólo Álvaro Salazar con la mirada baja asentaba la cabeza en cada una de la palabras del mandatario, como reconociendo que fue la cerrazón de los priístas la que los llevó a la derrota.

Fue entonces cuando también reconoció que ser un Gobierno de transición implica no sólo ‘el mero aspecto del cambio de siglas’ y de colores, sino de llevar a la práctica el ejercicio de la democracia a la toma de decisiones.

No fueron más de 15 minutos los que acaparó el Gobernador, con la lectura de once cuartillas dio fin a su conferencia magistral. Sin preguntas de por medio, el rector se encargó de poner fin a su exposición y de inmediato recordó que el tiempo apremiaba y que tendrían que firmar un convenio ecológico.

Ya antes, en el auditorio de ese Departamento, habría acaparado más tiempo el Jefe del Ejecutivo al que incluso el Presidente saliente de la sociedad de alumnos, Genaro Miranda le llamó el ‘paladín’ de la izquierda mexicana y cuyo calificativo no agradó mucho al Director Rubén Romero López, quien sin disimulo prolongó una mueca, que compartió con su hermano Rolando.

Rubén Romero, el mismo que hace algunos días -según se dice- negó la entrada al mandatario a ese Departamento por no haber solicitado permiso para ingresar, ayer cambió el discurso: ‘Bienvenido a su casa señor Gobernador, la Universidad es su casa y aquí lo recibimos como profesionista y como primera autoridad’.

Y la pasarela política frecuente en los eventos del mandatario perredista se repitió una vez más; aquí en Huamantla. No muy lejos de ellos y en primera fila el priísta y también M.V.Z. Álvaro Salazar Lozano, a quien por cierto en repetidas ocasiones reconoció Sánchez Anaya por ser fundador de la escuela que ayer visitó”, hasta aquí la nota del Sol de Tlaxcala.

El quien fuera dirigente de los Profesionales y Técnicos, de la CNOP, Alfonso Sánchez Anaya, manejaba la frase de “Prometí, pero no me comprometí”.

En 2006, Sánchez Anaya fue electo Senador por Tlaxcala a través de la Coalición «Por el Bien de Todos» (PRD-PT-Convergencia). En 2015 compitió para diputado Federal por el I Distrito Electoral de Tlaxcala con cabecera en Apizaco representando al partido Morena pero esta vez no resultó electo. Desde el 1 de diciembre de 2018 funge como director de la unidad de Enlace Administrativo y Financiero de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno de López Obrador.

“Impulsado por Marcelo Ebrard, entre agosto y noviembre de 2009, Alfonso Sánchez Anaya le dio la vuelta al país, reuniéndose con la militancia del PRD, en las 32 Entidades y en más de 200 municipios, como parte de los trabajos que le comisionó el Consejo Nacional del partido, como Coordinador General de la Reforma Refundacional del Sol Azteca. El 19 de marzo de 2011 el Consejo Nacional del PRD eligió a su Presidente Nacional y en ese momento Sánchez Anaya era uno de los firmes aspirantes.

En agosto de 2011,Andrés Manuel López Obrador visitó Apizaco, ahí el Senador Alfonso Sánchez Anaya recibió críticas por parte de sus ex simpatizantes por tener nexos políticos con el Gobernador priista Mariano González, pero López Obrador aprovechó el momento para destacar la autoridad moral del Senador por el apoyo que ha brindado a la causa de ‘Morena’.

Alfonso Sánchez Anaya es tan cercano a López Obrador como de Marcelo Ebrad tanto que su ex Director de Comunicación Social, Alfonso Brito Sánchez, responsable de medios con Marcelo Ebrad.Sánchez Anaya estuvo presente en la toma de protesta de Mariano González Zarur, su esposa Maricarmen Ramírez García aceptó la Dirección del plantel 10 del Colegio de Bachilleres de Tlaxcala. En la campaña presidencial de 2012 apoyó a AMLO, en ese año, en Tlaxcala el PRD gana dos Senadurías y dos diputaciones federales, las cuatro por la vía de la mayoría relativa. Hoy en día (2020) en ex gobernador Sánchez Anaya es un alto funcionario del gobierno de AMLO dentro de la Secretaría de Seguridad Pública Federal y fue uno de los coordinadores de campaña de AMLO en territorio de Xicoténcatl.