SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA - Linea de Contraste

SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA

Don Gelacio y sus pecados en tres párrafos

En la semana pasada se filtró en medios una supuesta carta atribuida al Secretario Particular de la Gobernadora del Estado, el Lic. Gelacio Montiel Fuentes en la que presuntamente este le pide “A las Funcionaras y Funcionarios del Gabinete Legal y Ampliado del Estado de Tlaxcala” en tres párrafos lo siguiente:

Primer párrafo: “[…] trasmitirle una instrucción que debemos a la brevedad posible como una medida organizativa y preventiva con el personal que labora en la institución que usted dignamente dirige”

Segundo párrafo: “[…] Solicitarle respetuosamente pida a todo el personal de confianza su respectiva renuncia incluyendo a los de nuevo ingreso como a quienes ya se encontraban laborando con anterioridad”

Tercer párrafo: “[…] Por otra parte una vez realizado este trámite, le agradeceré remitir a esta Secretaría Particular en sobre cerrado los respectivos documentos ya con las firmas respectivas. (Se anexa propuesta de documento de renuncia).

El Licenciado Montiel Fuentes, quien es un servidor público de amplia experiencia, no fue capaz de advertir las inconveniencias políticas, administrativas y hasta de violación a los derechos humanos del texto que supuestamente firmó, y vamos por partes:

Derechos humanos: El trabajo es un derecho humano esencial, ya que es base para la realización de otros derechos, que forman parte de la dignidad humana, ya que es el medio para que estos puedan obtener los recursos y sustento para desarrollar libremente su personalidad. El trabajo debe ser accesible en condiciones dignas, libre de presiones para su obtención y conservación, más allá de lo que las leyes dispongan para ello, por lo que todo acto que atente contra la estabilidad emocional del trabajador no es permisible. En el caso de la carta en cuestión el hecho que pretende, la renuncia anticipada de los servidores públicos de confianza simplemente puede calificarse como un acto de terrorismo laboral, lo cual constituye una agresión al derecho humano al trabajo.

Impertinencia política: Políticamente es una sandez trasmitir una instrucción tal, a través de un escrito, dirigido a un grupo numeroso de personas, las cuales en primer término deben haberse sentido ofendidas por el contenido, tal es así, que no falto quien lo filtrara, ya que, cualquier persona medianamente entendida en materia de derechos humanos y formas políticas, deben haberse reído hasta el cansancio de la pifia que, con todo y sus años en la política, cometió Don Gelacio.

Suplantación de atribuciones administrativas: Las funciones de la Secretaría Privada de la gubernatura, no incluyen las relaciones laborales entre el Ejecutivo y sus servidores públicos, estas corresponden a la Oficialía Mayor de Gobierno, quien, en todo caso debió ser, con todo y lo violatorio a derechos humanos de la solicitud, la instancia que requiriera las renuncias, así como asumir su resguardo.

Desconocimiento de términos: Don Gelacio, quien ha de haber sufrido para justificar de una forma más o menos razonable la instrucción, utilizó como argumento los términos “medida organizativa y preventiva”. Sería interesante saber qué entiende por cada uno de estos dos vocablos, ya que, no hay nada de “organizativa” en la medida, más bien, caería en el campo de la desorganización al provocar un clima de incertidumbre entre los servidores públicos a quienes el presente gobierno considera como objetos desechables en cualquier momento; ha despedido a cientos de trabajadores sin pagarles ninguna liquidación como compensación a lo injustificado de sus despidos, lo cuales, solo tienen como sustento la visceralidad que impera en el “Lorenismo” contra todo aquel que haya trabajado en el gobierno en periodos pasados, sin considerar el capital humano, patrimonio del pueblo de Tlaxcala, que se desperdicia al “expulsar del gobierno” a mucha gente valiosa para la función pública, ya que no todos son malos servidores como supone la Gobernadora Cuéllar, quien en contraste ha incluido algunos elementos bastante cuestionables en su administración. El otro término utilizado por Montiel, “medida preventiva”, merece ser cuestionada sobre ¿preventiva de qué?, ¿de poder correr a los servidores públicos sin justificación alguna?, al cabo ellos ya habían “renunciado voluntariamente”, como ya han hecho con parte de los que invitaron y botaron a los dos meses.

La Gobernadora Cuéllar bien haría en confirmar o desmentir la supuesta instrucción que trasmitió a sus colaboradores a través de su Secretario Particular, y con ello, dejar en claro una de dos situaciones. La primera, si es verdad, entonces implícitamente estará reconociendo que a su gobierno poca importancia le tienen algunos derechos humanos, y entonces, sus colaboradores y la sociedad tlaxcalteca sabrán a qué atenerse. La segunda, si es falso, entonces deberá pedirle a Don Gelacio que, por su pifia, se aplique su propio texto como una medida “Reorganizativa”, solo que entregando este a la Oficialía Mayor de Gobierno. Aunque lo más probable es que, salgan a decir que el documento es apócrifo, sin embargo, cabe preguntar:

¿Dónde quedó todo su colmillo político Don Gelacio?