SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA
Se busca secretario
A unos días de cerrar el año 2022, y de cumplirse 16 meses del gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros, la jefa del Ejecutivo “consulta al oráculo político” intentando encontrar un secretario de gobierno eficiente, que sustituya al incompetente que por amistad eligió al inicio de su mandato. A decir de gente allegada al primer círculo del poder estatal, si alguien tiene harta a Doña Lore por su nulidad en el desempeño de sus funciones, es precisamente Sergio González Hernández, quien políticamente se vendió como el gran operador político que tenía experiencia en el cargo, siendo que, cuando lo desempeñó en tiempos del gobernador Ortiz, solo era una figura ornamental, ya que quien en realidad operaba tras bambalinas era el inefable Víctor Cánovas, quien en la campaña electoral de 2021 fue “enlace” para conseguir financiamiento para el bando “morenista”.
En las últimas semanas se ha ido haciendo más evidente la ausencia de González en actos de la mandataria estatal, así como recurrentes ausentismos en oficina, y la delegación a otros servidores públicos de la atención de asuntos competencia del secretario, a grado tal, que colaboradores cercanos a este han empezado a buscar acomodo en otras áreas de gobierno, ante la creciente incertidumbre que genera el rumor más difundido en los pasillos palaciegos; la inminente caída de su jefe.
Doña Lore también trata de encontrar la chamba a dónde enviar a González, ya que este no es muy versátil en cuanto a capacidades para el servicio público, ya que su principal cualidad, que es “grillar”, le era útil en época de campaña para difundir rumores, pero en el ejercicio de un cargo público, lejos de ayudar perjudica. Sin embargo, es de esperar que le sea asignado, aunque sea un sueldo como asesor en pago por servicios en el pasado.
Compleja es la tarea para Doña Lore, ya que entre sus huestes no hay personajes con perfil para un cargo tan importante, y los muy pocos que tiene ya están algo avanzados en edad y no son bien vistos por el “morenaje”, ya que no hace mucho estaban en otros bandos, sin embargo, la mandataria tendrá que decidir, entre uno muy “morenista”, pero no competente, y uno sin linaje López-Obradorista, pero pertinente para la tarea. Cuéllar tendrá que ponderar los tiempos políticos que se acercan, los cuales marcarán a su gobierno, ya sea para mal o para bien, por tanto, requiere de alguien que respalde su actuar, pero que sea capaz de advertirle los riesgos de una decisión mal tomada, como en las que suele caer repentinamente.