SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA
La farsa de las comparecencias
El lunes 30 de enero del presente año, la procuradora general de justicia del Estado compareció en el Congreso local, en una especie de cumplimiento amañado de lo que mandata el artículo 44 de la Constitución Política local, y de lo que al respecto imponen los artículos 96, 97 y 98 de la Ley Orgánica del Congreso del Estado. El ejercicio, tal y como lo determinó la mayoría parlamentaria integrada por las bancadas del partido MORENA y sus satélites, estuvo diseñado para que no se le “incomodara” a la Licenciada Ernestina Carro Roldan, y le facilitaran sostener su versión oficial sobre el estado que guarda la procuración de justicia en la entidad, aunque esto choque con la percepción de la ciudadanía.
Doña Ernestina dibujó un panorama de tonos blanco y rosa, en el que no hay mayor violencia, ni delincuencia, que todo está de maravilla, que las mujeres ya pueden andar por doquier sin temor alguno, que las desapariciones y la trata de personas con fines de explotación sexual son cosas del pasado, que los cadáveres que aparecen los vienen a tirar de otros estados, que los vehículos de los tlaxcaltecas están seguros en cualquier calle, que ya no hay baleados ni ejecutados, que los robos a casa habitación son mentira, que es un mito el crimen organizado en Tlaxcala, etc. etc. etc. en fin, que desde que la 4T llegó al gobierno local vivimos en plena paz y seguridad, sin que importará qué le preguntaron los diputados, ella nunca les respondió y solo se limitó a seguir su guion, repitiendo su cantaleta.
Lamentablemente el panorama local en los últimos 17 meses es de un considerable aumento de los ilícitos de alto impacto, pero este gobierno, al igual que sus antecesores trata de maquillarlo, para que no se manche su imagen pública, como si la sociedad no se diera, cuenta ni sintiera en carne propia lo que pasa.
Asunto relevante, es lo relacionado con la declaratoria de Alerta por Violencia de Genero contra las mujeres para el Estado de Tlaxcala, hecha por el Gobierno Federal dos semanas antes de que la administración de Lorena Cuéllar Cisneros tomará posesión, aunque esta ha difundido que fue por petición suya, en un claro golpe político a sus antecesores que se habían resistido a solicitarla; muchas expectativas levantó la Alerta, sin embargo, a año y medio de su declaratoria, esta no ha ido más allá de elemento discursivo para adornar políticamente a una gobernadora que se ha distinguido con sus actos por su fobia hacía todo lo relacionado con el movimiento feminista y sus demandas, entre ellas lo relacionado con la violencia contra las mujeres; es claramente apreciable que, una cosa es lo que Doña Lorena expresa al respecto y otra lo que hace.
La comparecencia de Doña Ernestina pasó si pena ni gloria, algunos opositores queriendo ser irreverentes, pero ella simplemente les ignoró, al cabo que, si alguna queja hubiera por mala procuración de justicia, o atropello de derechos humanos, el morenaje cuenta con la versión más lamentable y entregada de la historia local de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, siempre dispuesta para apoyar al oficialismo contra quien sea, incluidas las revoltosas feministas que tanto incomodan al Ejecutivo.