SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA

La primera en caer
No fue Sergio, ni Homero, quienes a pesar de sus incompetencias siguen aferrados al puesto como jinete de toro mecánico, con medio cuerpo al aire. Luz María Vázquez Ávila no pudo más con el tremendo paquete que significa lidiar con el gremio transportista. Vázquez es una buena persona y hasta una abogada cumplidora, pero, para sortear las dificultades propias de esa secretaría se requieren otras características.
La caída de Vázquez puede también afectar sus sueños de ser candidata a la presidencia municipal de Apizaco, cargo aún más complejo que el que recién dejó.
En lugar de Doña Luz María fue designado el abogado Juan Tapia Pelcastre, en lo que parece otra concesión más a los Beatricistas, y una pérdida de espacio para el Secretario de Gobierno, padrino de Vázquez.
Tapia ha tenido una carrera en el servicio público de “medio pelo”, como casi todo el gabinete estatal actual, su anodina personalidad puede acoplarse a los desplantes y excesos de los líderes del transporte, acostumbrados a agandallar siempre que se puede.
Este primer movimiento en el círculo más alto de la burocracia estatal es una advertencia para otros secretarios, coordinadores y directores, ya que si alguien tan bien apadrinada como Vázquez fue removida, cualquiera de ellos puede sufrir la misma suerte en el corto plazo.
Dos de los temas peor atendidos por la administración estatal son el correspondiente al sindicato de burócratas estatales, y el relacionado con la Alerta por violencia de género contra las mujeres. El primero, aunque debiera ser cancha del Oficial Mayor, no se ve su mano por ningún lado para tratar de evitar que la renovación de la dirigencia sindical termine por convertirse para Doña Lorena en el similar del problema que tuvo Don Mariano cuando gobernador con los policías estatales, en algún momento alguien debe decirle a la Gobernadora que la banda de los Erazo-Rodríguez no vale tanto como para generarse una bronca con sus trabajadores, lo prudente sería dejar que el cambio de dirigencia corra libre, y después con el peso del gobierno atraerlos a su lado.
El segundo asunto corresponde a la cancha del Secretario de Gobierno, quien nada sabe sobre violencia contra las mujeres, al menos en cuanto a prevenirla y erradicarla y, por ello, ha hecho de la Alerta solo un trámite administrativo, que a su parecer, cumple enviando un informe sin contenido útil alguno. Este asunto puede resultar más complejo para la administración estatal, que de por si no ha logrado ser reconocida como una verdadera aliada de las feministas, las cuales, recelan de la veracidad de la retórica gubernamental en la materia.
Se acerca el final del primer año de gobierno estatal, y prevalece aún la conducta triunfalista y soberbia de los primeros días, tal parece que varios funcionarios no han caído en la cuenta de que el puesto dura cuando más seis años, y después, la mayoría de quienes ocuparon el primer nivel no les llega otra oportunidad similar.