SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA
Se le hace bolas el engrudo a Don Andrés
El juego de las corcholatas parece estar complicándosele a Don Andrés. Fiel a su estilo pedestre de hacer política, se le ocurrió disfrazar la atención sobre ilegal activismo electoral que sus delfines y delfina hacen con cinismo en la cara de unas autoridades acobardadas. A Don Marcelo y Doña Claudia literalmente ya les vale “madres” la ley y las autoridades en materia electoral, al cabo llevan la bendición del dictador tropical que mora en Palacio Nacional.
En su show mañanero, Don Andrés a dedicado tiempo ha hablar de sus corcholatas, en un aparente tendido de manto protector para que puedan andar por donde se les antoje, exhibiendo sus aspiraciones presidenciales, aunque no debe perder de vista su sofismo eterno, ya que al vulgarizarles con el término corcholata manda el mensaje que son de su propiedad y puede hacer con ellos lo que guste y mande, al cabo son solo corcholatas.
Desde la frialdad de su escaño senatorial Don Ricardo (casi ya me voy de MORENA), sabedor de que ni a corcholata llega, ha empezado a despotricar el rencor que le genera estar excluido del juego sucesorio de Don Andrés, y con agudeza recién les sentenció: “tengan mucho cuidado con la ley”, en una clara advertencia de que no faltará quien les denuncie, incluido él, por realizar actos anticipados de campaña y les ponga en peligro de que eventualmente les sea negado su registro como candidatos de MORENA, o de quien le dé la candidatura al que sea “besado judaicamente en la mejilla” por Don Andrés. Este argumento jurídico, podría aún verse agregado a la telenovela de la línea 12 del metro, en la que Marcelo y Claudia están hundidos ya más allá de la cintura.
La tercera corcholata de Don Andrés, su paisano Don Adán Augusto, con mayor prudencia, o aconsejado por su jefe, ha sido más prudente, e incluso dijo sobre sus hermanos corcholatos: “yo respeto la posición y decisión de mis compañeros, pero puedo no compartirlo, pero respeto mucho las decisiones que ellos toman”. Sin duda que el “abigarrado” Secretario de Gobernación ha visto con sonrisa de oreja a oreja como Marcelo y Claudia caminan por el borde del precipicio político, y como su eventual caída al abismo podría dejarle como corcholata única.
Ante los riesgos cada vez más evidentes que toman Sheinbaum y Ebrard, el administrador del Comité Nacional del Partido López-Obradorista, salió a tratar de poner orden, y les advirtió, “el método de encuesta no cambiará para la selección de candidatos”, y pidió, a las corcholatas y los corcholatos, que no dividan al partido y que mantengan la unidad, incluso ordenó a los líderes estatales y otros líderes del partido a ser neutrales y no apoyar a ningún aspirante”. Todos, incluso Don Mario, saben que ni los corcholatos, ni los líderes morenos le harán caso y, conforme avance el tiempo, la guerra interna por la candidatura irá subiendo de tono, lo que podría terminar por llevar al propio Don Andrés a que el engrudo se le haga bolas y, a que una elección que a dos años parece ganada, termine por cerrarse tanto que sea de pronóstico reservado.