SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA - Linea de Contraste

SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA

Entre el pragmatismo y la ideología, segunda parte

En la entrega anterior iniciamos con las definiciones sobre pragmatismo e ideología de la Real Academia Española, la que respectivamente señala a estas como: “la preferencia por lo práctico o útil”; y, como: “conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época…”, y recorrimos a los partidos, Revolucionario Institucional, Acción Nacional y de la Revolución Democrática, a quienes hoy puede considerarse como parte de un bloque opositor, cuyo primer reto es mantenerse juntos hasta la elección de 2024. Continuaremos con un segundo bloque de partidos, a los que coloquialmente se les puede clasificar como “partidos escort”, atendiendo a dos significados del vocablo anglosajón, el primero, su significado literal que es “escolta” y el segundo, el práctico que se le ha dado para referirse a las personas que trabajan como “acompañantes temporales remuneradas”.

En la clasificación de partidos políticos “escort”, caben todos aquellos que recurrentemente han sido aliados de uno o más partidos de los considerados grandes, sin mediar para ello el tipo de ideología, al menos declarativa, que unos y otros manifiesten, ya que solo les alienta el potenciar sus posibilidades de triunfo en el caso de los grandes, y salvaguardar su registro, prerrogativas y espacios en el caso de los no grandes. De los que están vigentes, entran en la clasificación los partidos: del Trabajo (PT), Verde Ecologista de México (PVEM), Movimiento Ciudadano (MC), y los locales, Alianza Ciudadana (PAC), y Nueva Alianza Tlaxcala (PANALT). A todos ellos les significa el depender de un personaje, grupo de ellos, o una familia, que ejercen el liderazgo absoluto al interior de sus partidos. Mención especial merece el PRD, a quien también puede considerársele ya como un “partido escort”.

El PT se anuncia como un partido de izquierda y, de vez en cuando, llama la atención con expresiones de apoyo a los gobiernos de Corea del Norte o Venezuela, que no pasan de lo meramente declarativo, ya que en el fondo son completamente pragmáticos. En 2015 prácticamente había perdido su registro legal, el cual salvaron, fundamentalmente gracias al PRD, que les apoyó en la elección repetida de un distrito federal electoral, tras la cual, el PT simplemente les dio la espalda y se fue a los brazos de la némesis perredista que es López Obrador y su partido MORENA. En Tlaxcala, el PT desde hace algunos años fue entregado por parte de la dirigencia nacional como franquicia a la familia Garay, de origen neoleonés, cuyo patriarca llegó como delegado del partido a la entidad hace unos años, y no solo se quedó, sino que se trajo a toda la familia, la cual se ha beneficiado obteniendo desde plazas laborales, hasta cargos de elección popular, así como el libre manejo de las finanzas y candidaturas locales del partido, sin que su dócil militancia atine a expresar algo al respecto. Los petistas, con todo y su alianza con MORENA en este 2021 sufrieron para mantener su registro nacional, y para 2024 viven en la incertidumbre de saber si el partido de la “4T” les convidará de nuevo, o si decidirá ir sin ellos, lo que afectaría localmente al PT, quien ya sueña con presentar para 2027 candidato propio a la gubernatura, llevando al personaje más tragicómico de la política tlaxcalteca presente.

EL PVEM ideológicamente trata de ser fiel al adjetivo central de su nombre, pero a la hora de los procesos electorales anteponen a ello su enorme pragmatismo. A nivel nacional funciona como una franquicia familiar y de aliados a este círculo. Han recorrido todo el eje geopolítico nacional, pasando de los brazos del PAN a los del PRI y ahora a los de MORENA; en lo local, también en algún momento estuvieron en los del PRD. Puede considerarse como el “partido escort” más cotizado en el mundo de los partidos “acompañantes temporales de paga”, han mantenido una presencia legislativa significativa para lo que realmente representan. En Tlaxcala también son una franquicia que, de tiempo acá está en manos del mexiquense Jaime Piñón Valdivia, quien llegó como delegado del comité nacional y se ha quedado por años, aunque a diferencia de los petistas Garay ha repartido mejor entre su militancia los frutos de sus alianzas electorales. Si bien a Piñón puede considerársele como un personaje con muchos más principios éticos que a los franquiciatarios petistas, lo cierto es que, aún y cuando en ocasiones no ha estado de acuerdo con los mandatos de sus dirigentes, siempre termina por doblegarse a ellos. La situación nacional de los verdes es menos comprometida que la del PT, pero también se debaten en la incógnita de saber qué hacer para 2024, ¿mantenerse junto a MORENA?, ¿cambiar de bando’, o ¿ir solos’, lo que localmente podría afectarles en la búsqueda de espacios de poder.

El MC su ideología manifiesta es la socialdemocracia, que es lo mismo a la “izquierda buena y bonita que le gusta a la derecha”, o simplemente, “la izquierda de la derecha”, dicho en otras palabras, la postura que más favorece el pragmatismo político. Han practicado también el aliancismo, en algún momento con el PAN y con el PRD, aunque en el último proceso tomaron la decisión de ir solos sin obtener los resultados que esperaban. Funcionan bajo en cacicazgo nacional representado por un personaje de cuestionable reputación política. A nivel local, el partido fue entregado desde hace siete años a otro lóbrego personaje, señalado por quienes han tenido el infortunio de lidiar con él, de ser un misógino mercader de candidaturas y espacios partidistas. El futuro de este partido es poco claro, sobre todo si insisten en ir solos en 2024, lo que impactará en sus posibilidades locales, a donde están cerca de perder el registro legal, por lo que su existencia podría estar condicionada a que retornen a ser un “partido escort”.

El PAC es un partido familiar, controlado por una parentela que también mantiene el dominio sobre la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), lo que ha derivado en que el PAC sea el partido de la UAT, y la UAT sea la universidad del PAC. Su ideología es simple, pragmatismo puro, sus mejores tiempos fueron bajo el cobijo del entonces gobernador Héctor Ortiz, y a partir de ahí han pasado apuros para mantenerse vigentes, su “fuerza política” radica en forzar a la base trabajadora de la UAT, y a los alumnos becarios de la institución a realizar tareas de proselitismo en campañas, castigando a quienes no cumplen las metas que les imponen con el despido. Su futuro, más que condicionado a futuras alianzas electorales, para las cuales no tienen recato alguno, parece estar vinculado al hecho de ver hasta dónde su base trabajadora y estudiantil becaria sigue soportando los abusos y actúa en su contra llevándoles a una catástrofe electoral que les deje sin registro legal.

EL PANALT nació de las cenizas del extinto Partido Nueva Alianza que perdiera su registro legal tras la elección federal del año 2018, concebido como el brazo partidista de los líderes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, tramitó su registro legal como partido local con el auspicio del grupo político del exlíder sindical de la sección 31 del SNTE J. Carmen Corona Pérez. Su actuar ha sido eminentemente pragmático, no tienen dificultad alguna para aliarse con quién sea con tal de mantener su registro legal y una dotación de espacios de poder, su futuro por ahora está amarrado a la gobernadora del Estado y mientras esta les cobije se mantendrán en la escena.

El PRD aún y cuando es parte del bloque conocido como “Va por México”, simplemente es un acompañante pagado del PAN y el PRI, que está con ellos por una razón simple, López Obrador les aborrece y por tanto no les invitó a su proyecto, de lo contrario allí estarían formados al igual que PT y PVEM, su futuro cada día es más incierto, en la mitad del país no alcanzan al menos el porcentaje mínimo de votación para mantener el registro legal local, y sobreviven más como un partido regional que depende de la votación de las circunscripciones electorales federales cuatro y cinco. Corren un alto riesgo de desaparecer en las elecciones de 2024, y en mucho dependerán de los que los dos “grandes” del ¨Va por México” les compartan en dicha elección. En lo local, al igual que en el ámbito nacional el partido está secuestrado por la “tribu de los chuchos”, casta de mercaderes de la política que solo procuran el mantenimiento y uso patrimonial de las prerrogativas, así como de la diputación plurinominal que se turnan para ocupar las cabezas de los “chuchos tlaxcaltecas”, a quienes les sucede lo mismo que a los “chuchos nacionales”, la gobernadora Cuéllar los detesta y por ello no les convidó a su gobierno. Concluiremos el recorrido en la siguiente entrega…