SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ
Morena, ¿tercera en discordia?
Por como se mueven las aguas en este momento, dentro del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) no existen más que dos claras precandidaturas al gobierno del estado: la del senador Joel Molina Jiménez y la de la súper delegada Lorena Cuéllar Cisneros.
La senadora Ana Lilia Rivera, tal vez por la novatez de por primera vez estar dentro de las altas esferas políticas, ha ido minando su fortaleza con pleitos intestinos, buscando siempre defender a quien la puso en la palestra respaldándola como candidata al Senado, el presidente Andrés Manuel López Obrador. Con los enemigos internos que se ha echado encima durante los últimos meses, es difícil que consiga el apoyo interno necesario para encabezar la principal candidatura en 2021, a menos que el poderoso de Palacio Nacional decida imponerla.
Considerando esta coyuntura y observando la polarización que existe entre los dos grupos que ahora mismo trabajan para su causa, lo más probable es que en el momento de la definición exista una ruptura, la que, a su vez, intentará ser disminuida con el reparto de candidaturas en los otros cargos de elección popular que estarán en disputa, tanto en lo federal como en lo local.
Vaticinio de lo que pudiera verse en poco menos de un año, es el acercamiento que la delegada federal Lorena Cuéllar Cisneros tiene con la organización denominada Fuerza Social México, la cual se encuentra en camino para que el Instituto Nacional Electoral (INE) le otorgue su registro como partido político nacional.
Si Joel Molina es ungido como el abanderado morenista a la gubernatura, es altamente probable que Lorena Cuéllar busque el acomodo en Fuerza Social México para también buscar ese cargo de elección, impulsada por otras fuerzas políticas locales, como las que encabezan Evangelina Paredes Zamora y Guadalupe Rodríguez Guzmán.
Sin embargo, si ganara la candidatura Cuéllar Cisneros, es muy difícil que Molina Ramírez busque una candidatura fuera de las filas morenistas y que, en consecuencia, su trabajo sea de “manos caídas” para no respaldar a su contrincante interna.
En esa circunstancia, parecería lógico que dentro de Morena surja un tercero o una tercera en discordia, que incluso podría salir de las mismas filas priistas.
Los recientes cambios en la Unidad de Servicios Educativos del Estado de Tlaxcala (USET), con la llegada de Roberto Lima Morales a la Dirección de Educación Básica, de Narciso Cuecuecha Flores a la Dirección de Evaluación Educativa, de Albino Mendieta Cuapio a la Dirección de Educación Terminal y de Jorge Antonio Vázquez Mejía a la Coordinación Estatal del Programa Escuelas de Tiempo Completo, son un claro reacomodo político-electoral que fortalece las aspiraciones del ahora secretario de Educación Pública, Florentino Domínguez Ordoñez.
Es claro que ante la ausencia de un presidente de la República priista, el fiel de la balanza que respaldará o vetará candidaturas en el Revolucionario Institucional (PRI) es el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez. Si su apoyo se inclina a favor de su amigo el funcionario colocado en la SEPE-USET, puede surgir la posibilidad de que en Morena se abran las puertas para la alcaldesa capitalina Anabel Ávalos Zempoalteca, pues en ese partido tiene personajes influyentes que pueden abogar a su favor. Dos de ellos son el director de Canal 11, José Antonio Álvarez Lima, y el diputado federal petista Silvano Garay Ulloa.
Este hipotético escenario, ahora complicado, podría ir componiéndose de tal manera que se convierta en realidad. Los meses venideros darán respuesta.
Lineazo: Solidaridad completa al movimiento #UnDiaSinMujeres. Enhorabuena por la iniciativa que, sin embargo, en algunos lados ha dejado damnificados, entre ellos al sector empresarial y al propio presidente Andrés Manuel López Obrador.