SIN LINEA Por HORACIO GONZÁLEZ - Linea de Contraste

SIN LINEA Por HORACIO GONZÁLEZ

Por la mejor reforma electoral para Tlaxcala

 

En la materia de una reforma electoral, la pelota ya se encuentra en cancha del Congreso del estado. Dependerá ahora de los consensos que se alcancen entre las fracciones parlamentarias y representaciones partidistas para sacar adelante una en la que todos los actores políticos estén de acuerdo. Y para sacarla con el mayor grado de consenso posible es necesaria una voluntad política que en diversos temas los legisladores no han tenido capacidad para alcanzarla, como el hecho de que las listas de diputaciones plurinominales no estén encabezadas por mujeres en el proceso electoral local que se avecina.

Considerando que ese fue un punto de discordia, al grado que ahora mismo existe un recurso de impugnación en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), pareciera que el Tribunal Electoral de Tlaxcala (TET) ha dado con una buena fórmula: no necesariamente el primer lugar de la lista, sea hombre o mujer y del instituto político que tenga derecho a pluri, debe ser automáticamente quien gane el privilegio de formar parte de una legislatura.

Dependiendo el resultado que exista en los distritos electorales de mayoría, de las listas presentadas por los partidos políticos ese honor puede ser para el segundo lugar en caso de que exista la sobre representación de un género, como ahora mismo la hay con la actual Legislatura local, donde 15 son mujeres y 10 son hombres.

Ahora bien, más difícil es que pase la propuesta, también realizada por el TET, de dar mayor claridad a la figura de la candidatura común. Es decir, modificarla con el objetivo de que cada partido político participe con su propio emblema en la boleta electoral y su participación no sea a través de un convenio en el cual los mismos institutos políticos se distribuyen los votos, lo que ha servido como salvavidas para no perder el registro y tener acceso al financiamiento público.

Si el sentido es auténticamente democrático, cada partido efectivamente debería participar con su propio emblema en un convenio de candidatura común. El Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) podría abrir el archivo y recordar que en su momento uno de los suyos, el ahora director de Canal Once, José Antonio Álvarez Lima, impulsó esa figura jurídica cuando fue gobernador de Tlaxcala.

Desgraciadamente pare él y los suyos -que en ese tiempo estaban aglutinados en el Revolucionario Institucional (PRI)- vieron cómo crecieron los enanos, a tal grado que el tricolor perdió por primera vez la gubernatura cuando su candidato, Joaquín Cisneros Fernández, perdió en las urnas con su ex compañero partidista, el ahora morenista Alfonso Sánchez Anaya.

Sin embargo, es complicado que esa figura jurídica reviva, particularmente porque hay institutos políticos cuya existencia dentro del espectro electoral depende del empuje que le den sus aliados, como será el caso de los partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM), que serán arrastrados hacia arriba por Morena por mucho que este último haya disminuido en las preferencias ciudadanas. O del otro lado, un Partido de la Revolución Democrática (PRD) que viene en picada y dependerá de sus alianzas para seguir en el escenario político.

Así como estas dos propuestas (una efectiva paridad de género y la modificación de la candidatura común,) existen varias otras que con tino han presentado varios actores e instituciones. Pero serán los legisladores y las legisladoras locales quienes determinen cuáles pasan y cuáles no.

Lo que se desea en la construcción de acuerdos que ya se trabaja en la actual Legislatura, es que esas propuestas no formen parte de un catálogo de buenas intenciones, considerando que en los corrillos políticos se dice que ya todo está planchado. Seriedad es lo que se exige. Ojalá nuestros representantes populares estén a la altura del reto.