SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ
Elecciones: ganadores y perdedores
En Tlaxcala hubo tres ganadores en la elección de este domingo 6 de junio: los ciudadanos, por su participación de más de 60 por ciento; y la autoridad electoral, que salió fortalecida precisamente por la participación ciudadana. Y, por supuesto, la coalición “Juntos Haremos Historia”, que postuló a la gubernatura a Cuéllar Cisneros.
Pero también hubo perdedores: el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez y, en su conjunto, la coalición que respaldó la candidatura de Anabell Ávalos Zempoalteca. Más el primero que la segunda, y con el primero, el Partido Revolucionario Institucional
Pareciera que hubo un achicamiento. Este espacio de reflexión ha sido insistente en que el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez no fue militante activo del partido en el poder, el Revolucionario Institucional.
La pasividad le ganó: confió y le traicionaron. O ya esperaba una derrota y por eso mismo no quiso entrometerse.
Más claro: como en 2000 sucedió con Ernesto Zedillo, así sucedió con Marco Antonio Mena en 2021.
Durante su administración, Zedillo actuó el tecnócrata que es. Mena Rodríguez, lo hizo como el académico que es.
Marco Antonio Mena jugó, en el final de su gobierno, el mismo juego que cuando era aspirante a la gubernatura: siempre aspiró apostando a la estructura hecha por el entonces gobernador Mariano González Zarur. Las circunstancias políticas le favorecieron
En la elección de este domingo no hubo reciprocidad de su parte porque en sus poco más de cuatro años de gobierno, ni siquiera formó una estructura. Su distanciamiento con González Zarur, a raíz de los resultados de 2018, lo marcaron. Se quedó solo y, sin más alternativa que asociarse políticamente con Beatriz Paredes Rangel, se arrojó a los brazos de la ex gobernadora.
Ella, sin embargo, jugó el doble juego político que le ha caracterizado desde 1998, cuando por primera vez se dio la alternancia en Tlaxcala con la llegada a la gubernatura de Alfonso Sánchez Anaya.
Ahora, en esta elección, coqueteó con Lorena Cuéllar Cisneros a través de candidaturas claramente identificadas con ella. Y varios integrantes del gabinete menista jugaron, desde el gobierno, a favor de la ex delegada federal. Ejemplos claros los hay, como el de su protegido Enrique Padilla Sánchez, siempre consecuentado por el gobernador. Es solo un ejemplo de varios que hubo.
Ahora bien, más allá del resultado, debe darse un reconocimiento a la autoridad electoral. El Instituto Nacional Electoral (INE) y el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) hicieron un buen trabajo, respaldado por los cientos de ciudadanos que desde las casillas cuidaron el desarrollo de la elección. Habrá tiempo de evaluaciones particulares, entre ellos el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), el cual, una vez más, ha dejado dudas por su lentitud. No hubo demasiado aprendizaje del pasado.
Lineazo: Excelente noticia saber que la Cámara de Diputados reconfiguró sus fuerzas internas. El presidente Andrés Manuel López Obrador deberá negociar reformas constitucionales y la integración de órganos autónomos fundamentales, como el INE.