SOCIOLOGIZANDO Por CLAUDIO CIRIO ROMERO
Don Pablo González Casanova
Para Leonardo Darío en su cumpleaños.
Mis primeras referencias sobre el sociólogo Pablo González Casanova llegaron en mi militancia juvenil en el Partido Socialista Unificado de México (#PSUM), allá por 1985, en el que se hablaba de alguien que desde la academia luchaba por la democracia y el socialismo. El lema de aquel desaparecido partido fue precisamente: “Por la democracia, al socialismo”.
Su fama llegaba a mis nacientes ideales políticos, por el hecho de que siendo rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, fue destituido por la presión de grupos conservadores internos y la presión del #Priato.
Ya después estudiando sociología, en nuestra Universidad Autónoma de Tlaxcala, llegó el momento de leer, no recuerdo en qué asignatura, La democracia en México (Era, 1965), en su séptima edición seguro, de 1975. En fotocopias, porque no era tan fácil como ahora acceder a ese material ya digitalizado.
Texto del que vale la pena citar las líneas con las que concluye, del último apartado denominado “Las posibilidades de la democracia”; en lo que llama “El análisis sociológico”: “La investigación sociológica sólo puede decirnos que el desarrollo de la democracia en México está dentro de lo probable por el desarrollo mismo del país, y que la democracia efectiva es requisito necesario para que ese desarrollo continúe en forma pacífica. Sobre eso no hay lugar a duda.”
Más de medio siglo después de que Don Pablo, como lo llamamos afectuosamente, escribía eso, puede parecer un lugar común, pero siguen vigentes. Parece que tenía cierto optimismo, pero no es así, porque la profundidad de ello está precisamente en que parte de planteamientos teóricos como los de #MaxWeber (Teoría de la dominación legítima), #KarlMarx (La lucha de clases en Francia) o #RalfDarendorft (Clase y conflictos de clase en la sociedad industrial).
Ahora que está cumpliendo 98 años de vida, lúcido entiendo, esta sociologización me lleva a 1999 o el 2000, cuando ayudé a mi amigo René Elizalde a realizar un trabajo de investigación sobre organizaciones sociales en Tlaxcala, que presentó en la UNAM, en un seminario organizado por González Casanova.
Pero viéndome obligado a escribir esto, como una especie de mea culpa, ya que la fecha de su nacimiento en 1922, en Toluca, Estado de México, no fue incluida en nuestro “Veinte20, Calendario de Efemérides Sociológicas”, quiero contar brevemente cómo me ha impactado la lectura de un libro, entiendo primigenio de nuestro sociólogo mexicano, que hace poco me encontré por ahí, en esos puestos de libros usados.
Y es que veo ahí al sociólogo de firmes bases filosófica, es decir del que ama el conocimiento y su construcción.
Se llama Un utopista mexicano. Se publicó originalmente en 1953 por el Colegio de México, A.C. pero el ejemplar del que les hablo es el número 95 de la colección #LecturasMexicanas” (Dirección General de Publicaciones y Medios de la SEP) de 1987.
Cuenta Don Pablo, al principio que en el México que abandonaba el siglo XVIII y saludaba al XIX, “Los conservadores evocan la calma del pasado. Los liberales acarician las promesas del futuro. Nacen así las divisas del siglo, Orden y progreso.” Sí, el ideal comtiano del #Positivismo y la sociología.
Y lo cuenta para inmediatamente ubicar al personaje de su interés, a #JuanNepomucenoAdorno. Vaya nombre para quien describe como “inventor y mecánico, pensador social y autor de utopías. Para ese momento uno ya está atrapado por la narrativa de Don Pablo. Contará peripecias y extravíos intelectuales mezclados con dotes futuristas. Les dejo sólo una para ver si les llega interesar leer el libro.
Destaca que para 1864, Adorno, como lo llamará para sintetizar su nombre, publico una “Memoria acerca de los terremotos en México”, la cual iniciaba “preguntándose si la bella capital (mexicana claro) sucumbiría alguna vez bajo las fuerzas colosales de la naturaleza…” He puesto a un lado una nota consistente en los años de 1985 y 2017, #19deSeptiembre en la triste memoria.
La influencia filosófica de Adorno, venía directamente de Charles Fourier, cuenta González Casanova. Pero dice que también se podrían “citar otras influencias, como la de Saint Simon.” Sí el maestro de #AugustoComte, a quien muchos atribuyen la verdadera paternidad de la sociología.
Dejo mi evocación a Don Pablo González Casanova y me dejo sentirlo como un referente central de mi oficio y profesión.
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